El tema de hoy: El impacto del ISC

“El 16 de mayo ya se observaba descontento en Arequipa; luego, en otras regiones. Fue cuestión de tiempo que el Gobierno mostrara un primer titubeo”.
Precio de gasolina sigue alto. (César Fajardo)

Lo que empezó como una contramarcha sobre incluir en el pago del Impuesto a la Renta a los trabajadores de bajos ingresos se acentuó cuando el Gobierno retiró la extensión del Régimen de Promoción Agraria del pedido de facultades al Congreso y parece que alcanzó su máxima expresión el lunes, cuando el presidente Martín Vizcarra se pronunció sobre el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a los combustibles: “Si vemos que alguna medida afecta (a la población), haremos cualquier ajuste”.

Desde el primer día, el ISC despertó críticas por haber sido publicado en El Peruano el 10 de mayo a última hora y por cómo impactaría en los alimentos. Si bien la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) dijo que podría encarecer los productos agrícolas básicos, la respuesta del Banco Central de Reserva del Perú puso paños fríos al asegurar que el efecto en la inflación no pasaría de 0.3 puntos porcentuales entre mayo y junio. En aquellos días, el Gobierno buscaba descartar un alza de precios, pero pocos esfuerzos se vieron sobre cómo evitar lo que ahora sucede: los paros.

Algunos economistas cuestionaron el mayor ISC. Entre ellos Jorge González Izquierdo, quien dijo que la medida no debía darse en un contexto en que los precios internacionales del petróleo siguen altos. Y, claro, aunque el barril del crudo WTI, de EE.UU., y de referencia para Perú, se ha abaratado en los últimos días, a inicios de mayo mantenía el valor más alto en cuatro años. El alivio para los peruanos es el Fondo de Estabilización, que evita que los cambios bruscos de los precios de importación lleguen al consumidor.

González también estimó que tanto los alimentos como el transporte de carga podrían encarecerse. Si bien ese panorama aún no se ha observado, quizá también hizo falta que alguien advirtiera al Gobierno sobre los paros. El 16 de mayo ya se observaba descontento en Arequipa; luego, en otras regiones. Fue cuestión de tiempo que el Gobierno mostrara un primer titubeo. Y sucedió en Cusco. “No anuncio un retroceso, anuncio una evaluación”, dijo el presidente Vizcarra. Sí, quizá se trate de eso, y sea hora de que el Gobierno evalúe mejor sus marchas y contramarchas cuando anuncie importantes medidas. Así el país podrá avanzar.

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