Peruanos por el Kambio (Luis Centurión)
Peruanos por el Kambio (Luis Centurión)

Martín Vizcarra tiene poco más de dos meses en el cargo y una aprobación ciudadana que supera el 50%, según la última encuesta de Pulso Perú. Su sintonía con la población parece ir mucho mejor que su relación con la bancada de Peruanos por el Kambio, con la que aún no logra superar algunos desencuentros.

No solo ha sido la vicepresidenta Mercedes Aráoz la que ha cuestionado su decisión de nombrar a César Villanueva como presidente del Consejo de Ministros –calificándolo, incluso, de “vacador”–. Otros congresistas de la bancada –¿oficialista?– también han hecho sus observaciones.

Lamentablemente, todas de manera pública, sin guardar las formas, sin la reserva que debería primar si hubiera voluntad real de colaboración con el Gobierno.El presidente Vizcarra y su premier, mientras, prefieren mirar para otro lado. “Nosotros estamos enfocados en esta tarea de levantar y unir al país, y no en temas confrontacionales. Para nosotros, los temas que escuchamos, sea como críticas o elogios también, ni nos marean ni nos ponen de mal humor”, ha dicho Villanueva.

Alguien, empero, debería decirle al jefe del gabinete que eso ya no es posible. Más todavía si sus críticos cohabitan en la misma casa y no tienen intención de ponerle paños fríos al asunto.

Apenas ayer, el vocero alterno del bloque de PpK, Juan Sheput, dijo, claro y sin tapujos, que no se siente gobierno, que no hay relación entre la bancada y el Ejecutivo, que falta coordinación con los ministros y que estos ni siquiera responden a sus requerimientos.

Sus declaraciones han sido refrendadas luego por Carlos Bruce, quien, en diálogo con Perú21, agregó que, antes que con ellos, los titulares de cartera coordinan con Fuerza Popular.

El impasse, entonces, ya no se resuelve con una foto del jefe de Estado y la bancada en Palacio de Gobierno. Tampoco pregonando cordialidad o con sonrisas forzadas cuando la procesión va por dentro. Martín Vizcarra y César Villanueva han ofrecido poner orden en el país; harían bien en empezar por su propia casa política.