El tema de hoy: Claves para crecer. (USI)
El tema de hoy: Claves para crecer. (USI)

A inicios de año, el Gobierno anunciaba que el Perú se había posicionado como líder en comercio exterior en América Latina y en la Alianza del Pacífico. El 22.6% de crecimiento anual de las exportaciones peruanas sobrepasó las cifras de Colombia (18.9%), Chile (12.7%) y México (9.5%). Paradójicamente, este auspicioso panorama no se refleja en la situación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) que tiene el Perú, entre las cuales destaca la de Tacna.

El país cuenta con la Zona Franca de Tacna (ZofraTacna), la Zona Económica Especial de Puno y las tres Zonas Especiales de Desarrollo (ZED) que están ubicadas en Ilo, Matarani y Paita (antes denominadas Ceticos). Cada una de las dos primeras tiene una ley que la ampara, y las tres últimas también se rigen por una legislación que se les aplica por igual, lo cual contrasta con otros países de la región que poseen un solo marco normativo simplificado.

En Colombia, la simplicidad de la ley ha permitido desarrollar 100 ZEE (hoy 108), que al cierre de 2015 proporcionaban 65,222 puestos laborales directos y tenían 845 empresas instaladas, según la Asociación de Zonas Francas de las Américas. Otro caso es Costa Rica, donde, a pesar de que ese año el número de ZEE era de solo 11 y el de las empresas 331, los empleos directos superaron las 82,086 plazas.

México también tiene una realidad diferente. En 2017 anunciaron la creación de cinco ZEE y pusieron en marcha otras dos en abril pasado. Según el presidente Enrique Peña Nieto, estas comprometerán inversiones por US$6,200 millones en el mediano plazo y US$36,000 millones en los próximos 15 años. Su impacto laboral directo e indirecto beneficiaría a 918,000 personas.

Todas estas cifras contrastan con las de Perú, que en 2017 tenía solo 134 empresas instaladas, según Promperú, y poco más de 1,500 empleos generados en ese año. Es por esto que gremios empresariales vinculados a las actividades económicas de las ZEE, como la Cámara de Comercio de Lima (CCL) y la Asociación de Exportadores (ADEX) han observado la necesidad de mejorar el marco normativo.

La recomendación es simplificar la legislación y agrupar los tres regímenes en una sola ley que ordene el desarrollo de estas áreas que gozan de beneficios tributarios con la finalidad de estimular el comercio, producción industrial y la inversión privada.

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