(Foto: Perú21)
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El INEI nos trajo resultados preocupantes el lunes. El más alarmante es el incremento del índice de pobreza en el país –en el que se encuentran casi 7 millones de personas–, que pasó de 20.7% a 21.7% entre 2016 y 2017. Ello significa que hay 375 mil nuevos pobres. “Eso es inaceptable. Tenemos que trabajar con mucho esfuerzo para revertir esto”, dijo ayer el presidente Martín Vizcarra, aunque no dio pistas de qué hará su gobierno de manera concreta para lograrlo. Con la “unión de todos los peruanos” y otras tantas frases parecidas no se avanzará mucho en esta pesada herencia que le dejó PPK.

En el año y medio que duró su inestable administración, Kuczynski hizo muy poco para reducir este índice, pese a que se comprometió a hacerlo de cara a 2021 (al 10%, ofreció). Como ahora vemos, el “gobierno de lujo” ni siquiera había empezado a recorrer el camino hacia esta meta. Ahora le toca al actual mandatario cambiar la situación. ¿Cómo hacerlo? Creemos que el Gobierno debería convocar a los expertos en la materia y aplicar estrategias diferentes. En la última Cumbre Empresarial de las Américas, el presidente Santos contó cómo logró reducir la pobreza en Colombia, siendo ahora el segundo país de la región, después de Chile, que registra la mayor caída. Dijo que al cambiar la metodología de la medición a un enfoque de pobreza multidimensional, en el que se evalúan diversas áreas de bienestar humano como salud, vivienda y educación, el resultado fue positivo, porque se logró focalizar mejor las áreas de atención. Para el INEI, salir de la pobreza en el Perú implica pasar la barrera de los S/338 de ingresos mensuales en promedio por persona. El método es, a todas luces, engañoso. Y por ello, los miles de peruanos que salieron de esa condición durante los gobiernos de García y Humala quedaron expuestos a regresar nuevamente al círculo por la precariedad social en la que viven.

Otras cifras del INEI también preocupan. Comparando los tres primeros meses del año con los de 2017, el subempleo en Lima Metropolitana se elevó en 5.6%. Es decir, 93,900 personas que ahora se dedican al trabajo informal. Como lo indicamos en columnas anteriores, el único camino a recorrer, y ya, es la reactivación de la economía y los frentes en los que puede entrar el gobierno son la reconstrucción del norte y el destrabe de proyectos mineros y de infraestructura.

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