En cuatro días, Jorge Barata, ex ejecutivo de Odebrecht en el Perú, será interrogado por fiscales peruanos en Brasil. (USI)
En cuatro días, Jorge Barata, ex ejecutivo de Odebrecht en el Perú, será interrogado por fiscales peruanos en Brasil. (USI)

Estuvimos atentos al estreno, compramos boletos en primera fila, pero la ‘película’ no fue como nos la vendieron. Los peruanos esperábamos que Jorge Barata diera detalles estelares, este 27 y 28 de febrero, sobre las coimas que dio su empresa a políticos peruanos y corroborara, de esta manera, lo dicho por Marcelo Odebrecht.

Nos interesaba escuchar, de boca de Barata, todo sobre el presidente Kuczynski, los ex mandatarios Ollanta Humala y Alan García y la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.

La mesa estaba servida para que ello, pues incluso el abogado de Barata había anticipado que este hablaría sin restricciones. Pero el último jueves, en una entrevista al diario Gestión, Rafael Vela, coordinador de la Fiscalía de Lavado de Activos, nos trajo la noticia que no queríamos escuchar: “No hemos recibido preguntas para Barata sobre casos de Kuczynski”. Y tampoco sobre Alan García.

La explicación no dejó satisfechos a todos. El interrogatorio solo estaría focalizado en Humala y Fujimori debido a que los fiscales que van a Sao Paulo son los que están a cargo de esas pesquisas, y las autoridades de Brasil no les permitirían preguntar sobre otros casos, salvo que “de casualidad” el interrogado los mencione.

En concreto, el hombre que hoy tiene “las llaves de la política del Perú en sus manos”, en palabras del propio Kuczynski, no responderá sobre lo que dijo el ex mandamás de la empresa: que se había contratado a PPK como asesor financiero cuando dejó de ser ministro. Tampoco sobre los negocios de las empresas del presidente con la constructora. ¿Y sobre García? Menos.

El secretismo y la falta de coordinación con la que trabaja el equipo Lava Jato, en disputa permanente y absurda con la Fiscalía de Lavado de Activos, ha generado esta situación a solo días del interrogatorio a Barata. El señor Barata no es colaborador del fiscal Castro. Es colaborador de la justicia del Perú. ¿No pudieron los dos equipos coordinar con la debida antelación y viajar juntos a Brasil?

Desde el Ministerio Público se han venido ensayando explicaciones a modo de justificación e incluso, como pretendiendo reparar el daño, se dice que sí está previsto interrogar al jefe de Estado. ¿Cuándo? Solo Castro lo sabe. Lo cierto es que los peruanos merecíamos tener respuestas en esta oportunidad, no cuando un funcionario lo decida.