(Foto: Presidencia)
(Foto: Presidencia)

Papelito ahorra papelón, especialmente en presentaciones importantes. La poco pertinente historia del presidente a inversionistas extranjeros no ha sido el único papelón de la semana, pero conviene analizar qué puede estar debajo de un papelón así. Pretender atraer inversión foránea invocando la desgracia y precariedad propia es un enigma. Puede que se explique si se confunde el afán de lucro con el de locro, según extraordinario concepto de una antigua columna de Mario Ghibellini. Si se cree que lo lícito no es que el empresario quiera maximizar ganancias, generando efectos positivos sobre la sociedad en el proceso (afán de lucro), sino que es su obligación moral compartir sus recursos, ganando lo que buenamente se pueda (afán de locro), la historia adquiere pertinencia. La relevancia de entenderlo es que no es solo el presidente Castillo el confundido, muchos peruanos comparten esa visión. Todo político busca resonar lo que otros piensan.

En términos comunicacionales, ese conjunto muchas veces no explícito de visiones y creencias ya establecidas en un grupo, que sirve de base para que alguien elija qué dice y decodifique lo que le responden, cumple un papel fundamental. No entender cómo funciona ese sistema de creencias y razonamientos del otro implica que ni siquiera hay comprensión certera, mucho menos comunicación eficaz. En un país tan desigual y polarizado como Perú, esos marcos conceptuales son diversos. Muchas veces las personas, de cualquier parte del espectro político, saltan a emitir mensajes que ni siquiera se han dado el trabajo de pensar cómo los van a interpretar los demás.

Un tambor que se le acaba de incendiar a la oposición es el intento fallido de : les faltaron 11 votos esta vez, mientras se entusiasmaban por interpelar al canciller y hasta negar el viaje al Vaticano. Como resultado de ello, la historia cambió de la persecución del presidente Castillo al coronel Harvey Colchado a la república Saharaui, las islas Malvinas y mejor no criticar a Putin. Iban a tener contra las cuerdas al responsable político de la inseguridad ciudadana y ahora van a tener al canciller hablando de temas que la gente ya olvidó o no entiende. Este switch es fina cortesía de las abstenciones de cinco de seis congresistas de Podemos, incluidos Luna y Wong; tres de Acción Popular y dos de Cambio Democrático – Juntos por el Perú, más 26 votos no registrados. ¿Se confió demasiado la oposición? ¿Qué hizo retroceder a Podemos, que había anunciado que votaba a favor de la censura? ¿Creen que la población va a apoyar que el presidente no vea al Papa?

Un papelón bien democrático en el Congreso ha sido el uso de. A todos los partidos les vendría bien usarlos para entender mejor lo que la población necesita y espera de ellos. El Congreso no solo tiene un nivel de aceptación inferior al del presidente, sino que en la última encuesta sobre corrupción de Proética e Ipsos es percibido como la institución más corrupta, aun cuando ha bajado de 76% en 2019 a 60% en 2022. En segundo lugar va el gobierno de turno, cuya percepción de corrupción se ha cuadruplicado de 10% en 2019 a 42% en 2022. En algunos días, las elecciones regionales y municipales reconfigurarán un mapa político diferente a la composición del actual Congreso, lo que puede enredar aún más la concertación en el Congreso. Al final, nos puede faltar papel para anotar los papelones.

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