La talla baja en el niño
La talla baja en el niño

La estatura del ser humano depende esencialmente de la herencia y del estado de salud del individuo. Los genes que el niño hereda para la talla provienen principalmente de sus progenitores o también de sus abuelos.

Además, existen familias en las que todos sus miembros son bajos. Hay enfermedades genéticas que se acompañan de talla baja, como el síndrome de Down, la acondroplasia (los enanos de circo), las discondroplasias, entre otras, que son de fácil diagnóstico para el pediatra. Aunque ciertas enfermedades crónicas también suelen afectar el crecimiento del niño.

Para evaluar la talla en niños, existen tablas y curvas de crecimiento en las que se consigna lo que le corresponde a su edad según la población general. Las tablas están distribuidas en columnas porcentuales que indican si la talla está en el promedio general o por debajo o encima de este. La talla baja es la que se ubica por debajo del mínimo de la tabla para una determinada edad.

También contamos con tablas relacionadas con la talla promedio de los padres. Lo usual es que los padres no solo se preocupen por la talla baja actual del niño, sino por el pronóstico de su estatura futura. Es el pediatra quien debe diagnosticar la causa del problema y, en ciertos casos, recurrir a especialistas.

Si la causa es la herencia, se le denomina “baja talla familiar”, que es la más frecuente y fácil de diagnosticar. Para predecir la talla futura se cuenta con métodos de fácil aplicación, con base en la determinación de la llamada “edad ósea”, que se obtiene con una simple radiografía de la mano del niño y que indica el nivel de maduración de sus huesos. Con ese dato se encuentra en una tabla la talla futura con gran aproximación. En las adolescentes se logra lo mismo determinando la estatura y la edad en su menarquia.

En lo que a tratamiento se refiere, en la talla baja familiar se debe emplear una consejería apropiada insistiendo en la actividad física activa que estimula los cartílagos de crecimiento, y la “aceptación” de la realidad destacando que hay otros valores en el ser humano más importantes que la estatura.

Se comercializan productos que no han demostrado eficacia. La administración de la hormona de crecimiento se aplica en contados casos con la participación de especialistas y sopesando sus ventajas y sus riesgos, ya que puede resultar perjudicial y dañina. Los injertos de hueso en las piernas también se aplican en casos específicos.

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