Tres floros marketeros recurrentes. (Getty)
Tres floros marketeros recurrentes. (Getty)

LIDERAZGO. ¿Han notado que las imágenes que acompañan a los discursos sobre el liderazgo muestran a personas hablando a los demás en vez de mostrarlas escuchando –y estimulando– a los demás? Hagan el ejercicio en el buscador más popular. Escriban “liderazgo”. Vayan a la pestaña “imágenes”. Todo el rollo del líder conectado con la gente, que promueve a los integrantes del equipo del que forma parte, se desinfla porque en nuestro sentido común lo que prima es la imagen del líder como general en el campo de batalla, que tiene un grupo de piezas (su milicia) y que les dicta el futuro (sabe lo que los demás no saben). Las imágenes espontáneas son sinceras. Nos dejan en posición adelantada.

INSIGHT. Se dice que es una verdad profunda que anida en el consumidor y que uno la puede encontrar si es curioso, exhaustivo, audaz, etc. Aquí hay un problema epistemológico. Recordemos que eso que llamamos insight es una potencial necesidad (emocional-funcional) del consumidor, aún no construida socialmente. ¡Por eso es una oportunidad comercial! Recuérdese que se trata de una hipótesis de investigación, surgida luego de escuchar/observar/interpelar al grupo de personas que nos interesan, que tendremos que provocar, después, como una necesidad real. El insight está en el futuro, no en el presente. No lo descubrimos, lo inventamos a partir de los pequeños vacíos que hemos identificado en la vida de la gente. Y para esto no se necesita la vocación del investigador policial, sino la del inventor social.

INNOVACIÓN. Mucho se publica sobre innovación. Los consultores dicen que no hay estrategia –ni crecimiento– sin innovación. Los CEO no se quedan atrás y afirman, tajantes, que apuestan por la creatividad disruptiva, etc. Buenas intenciones. O simple floro, según el caso. ¿Evidencias? Hace un año sugerimos en un evento corporativo sobre este tema hacer una encuesta previa a los participantes. ¿Crees que la innovación es imprescindible en las empresas de hoy? Sí, dijo la mayoría. ¿Tienes un concepto propio de innovación? Sí, la mayoría. ¿En tu empresa existe una definición operativa de innovación? No, la mayoría. ¿En tu organización existe presupuesto para desarrollos de innovación? No, la mayoría. Después de esos resultados tan sinceros volví a la constatación de que del dicho al hecho... en fin.

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