notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Enrique Castillo,Opina.21ecastillo@peru21.com

Por tanto, nos quedaremos con la explicación oficial de que se trató de actos de corrupción de grupos enquistados en la Policía Nacional. Pero lo que nadie podrá quitarle de la cabeza a la población a partir de este caso es aquello de que "todos los políticos son iguales", incluso los que señalaban a los otros con el dedo acusador. La sospecha contra todos, incluido el actual gobierno, ya está instalada.

Lo que ha hecho el caso López Meneses es terminar de involucrar a los que faltaban y "democratizar" las acusaciones. De aquí en adelante, a todo el que levante el dedo acusador le será recordado su pasado o presente montesinista. Los que acusaban de corrupción a otros, al no demostrar voluntad para llevar adelante una investigación seria, transparente y clara, habrán perdido autoridad moral para mantener el discurso moralizador y, por el contrario, habrán adquirido un prominente "rabo de paja".

Lamentablemente, a partir de estos hechos, y teniendo en cuenta la coyuntura de comisiones y acusaciones que ya vivíamos, veremos cómo los esfuerzos y la atención de los grupos políticos no estarán puestos en la solución de los principales problemas del país, sino en ver cómo se defienden de las acusaciones y sospechas, y cómo contraatacan para enlodar a los demás. Veremos, como siempre en estos casos, cómo se filtran una serie de documentos, grabaciones, videos, declaraciones y manifestaciones, que servirán para "demostrar" que los otros "son más culpables" que uno.

Al final, como siempre, todo quedará en nada, y la población seguirá diciendo que "todos son iguales".