En el Perú ya hay gran expectativa por el estreno de la película “Dragon Ball Super: Broly”. (El Comercio)
En el Perú ya hay gran expectativa por el estreno de la película “Dragon Ball Super: Broly”. (El Comercio)

Hace poco más de una semana, Juan Carlos Tafur, en su columna “Agenda liberal llena de silencios”, habló sobre la falta de participación de los liberales en el debate público y de cómo esto podría dificultar la consolidación de un partido liberal ideológicamente orgánico en el Perú.
Evitando profundizar en las razones que explicarían la “ausencia liberal”; para mí, siendo liberal-libertario, es importante reconocer que Tafur tiene razón al decir que el silencio es el peor camino. Sea por el motivo que sea, los liberales estamos fallando en transmitir nuestras ideas.

Para revertir esto, se debe lograr que la ciudadanía comprenda qué es el pensamiento liberal, para lo cual resulta vital empezar por los fundamentos.
Los principios que todo liberal defiende, o debería defender, son: (i) El respeto por la propiedad privada y (ii) la existencia de mercados libres. Esto garantiza la prosperidad en la sociedad.

Cuando la propiedad de los ciudadanos está definida y su protección garantizada, estos pueden gozar y conservar los frutos de su trabajo, lo que configura el principal incentivo para laborar. Así, nacen los mercados libres, que facultan a los ciudadanos a disponer de su propiedad; sea intercambiándola, haciéndola producir, donándola o acumulándola.

Esto no es un invento reciente; es tan antiguo como la historia de la humanidad. Los beneficios de estos principios son amplios y no solo en términos lucrativos, sino sociales. Por ejemplo, los países con altos niveles de mortalidad infantil que experimenten un ligero incremento de libertad económica, experimentarán en promedio una reducción de 8.9 muertes por 1,000 nacidos vivos (Naanwaab, 2018).

Es momento de participar en todo debate público y que el silencio liberal termine de una buena vez.