En un informe presentado durante el muy fuerte episodio de El Niño entre 2015 y 2016 que nos afectó durante el invierno de 2015, pero que apenas lo hizo durante el verano de 2016; la NOAA en Washington mostró los resultados respecto a la capacidad predictiva que tienen los modelos en cualquier mes del año para –valga la redundancia– predecir un evento El Niño o La Niña en el Pacífico (no necesariamente en la costa) entre noviembre y enero subsiguientes.

El resultado es 50% en junio y 70% en julio. Esta semana, los modelos de junio indican un probable episodio El Niño, de intensidad entre débil y moderada, para el próximo verano 2018-2019. Será importante ver la tendencia en julio cuando la confianza suba a 70%.

La atmósfera y el mar (aunque no frente a Perú) han evolucionado de la condición La Niña a una neutral (ni El Niño ni La Niña) en las últimas semanas con algunas señales pre Niño.

Es importante reiterar que siempre pueden regresar El Niño o La Niña. Costeros o no.

Ambos (los primeros; es decir, NO las versiones costeras y a eso se refieren los modelos en el caso señalado) ocurren casi la mitad del tiempo y son generalmente de débil a moderada intensidad.

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