La arremetida conservadora en nuestro país continúa con su senda negacionista y sobre todo busca tergiversar la realidad vivida—hasta quieren modificar la historia en favor de sus intereses—, pero a pesar de todas sus pretensiones y delirios últimamente han tenido una serie de reveses que nos genera confianza y sobre todo esperanza.
El alcalde de Lima quiere sumarle a su incapacidad en la gestión municipal una muestra de su ignorancia y desfachatez, pretendiendo reponer la estatua de Francisco Pizarro que justamente fue retirada por su mentor, el exalcalde Castañeda Lossio, ante la evidencia histórica de lo que representó la conquista española en el saqueo del país y la explotación inhumana de nuestros antepasados —tenían que pagar impuestos hasta por ser indígenas—, que al final fueron casi exterminados en las mitas mineras y las condiciones infrahumanas en las que se les condenó a vivir, al extremo que esto obligó a los españoles a importar esclavos africanos para sustituirlos en el trabajo.
Lo curioso es que a Porky no se le ocurrió indagar los motivos del retiro de la estatua; él que era tan allegado a Castañeda y que hoy defiende hasta la corrupción de esa gestión municipal. Hubiera consultado a tantos asesores que ha contratado para preguntarles sobre las motivaciones de su retiro. Ahí se hubiera dado cuenta de que la estatua ni es de Pizarro, al contrario, en un debate intelectual de ese entonces se sustentó que la estatua representaba a un caballero medieval mas no a Pizarro, con lo cual hace un papelón en su afán de “españolizarse”, como los criollos de la época virreynal que vivían añorando sus orígenes de chapetones, súbditos del rey de España.
Al final terminó Porky en el ridículo, instalando en una calle aledaña a la Plaza de Armas a un caballero medieval, con el cuentazo de que es el conquistador Francisco Pizarro; mientras tanto, Lima sigue viviendo en el caos y el abandono de la gestión municipal. Esos que defienden esta posición, con el argumento de que es parte de nuestra historia, son los mismos que denostan del Lugar de la Memoria que justamente se caracteriza por exponer parte de nuestra historia, sin tapujos y con la objetividad de un museo que fue construido con el apoyo del gobierno alemán para generar conciencia y memoria histórica por lo vivido en estas décadas nefastas con Sendero Luminoso. Pero esto no les importa a estos sectores conservadores, lo que quieren es imponernos su narrativa condicionada a sus intereses.