Si creyeron que me había olvidado...
Si creyeron que me había olvidado...

No, no me he olvidado y aunque haya escrito dos artículos en esta misma columna, titulados “Solo quiero mi propina, papá” (05/09/19) y “Autodestrucción del Tribunal Fiscal” (19/09/19), eso no me libera de seguir luchando contra el atropello del Tribunal Fiscal y Sunat. Pondré un ejemplo para que lo imaginemos íntegramente y así, entendamos el fondo del asunto. Veamos.

Usted conduce su automóvil y cruza una calle cuando el semáforo estaba en verde. Segundos después, un policía de tránsito lo detiene y le dice: “Acabo de verlo cruzar en rojo. Eso tiene una multa de S/10,000 e internamiento del vehículo. Tengo que llevarme su auto”. Y el policía agrega: “Si usted paga la multa reducida de S/1,000, en este momento con tarjeta de crédito o débito, podrá continuar”. Usted hace un control de daños y piensa que no llegar a su cita le hace más daño que pagar mil soles. Además, usted ubica dos cámaras en la calle que podrían probar que cruzó en verde y no en rojo. Entonces, paga los mil soles, regresa al lugar, pide apoyo y consigue un video con fecha y hora que acredita que usted cruzó en verde. Con ello, reclama al Estado opresor y éste le devuelve su dinero con altos intereses.

El fondo es que si usted paga, eso no le impide reclamar y hacer que la verdad y el derecho se impongan a un Estado que lo esquilma, así de limpio y claro. Sin embargo, desde el 12 de julio último, el Tribunal Fiscal ha dicho que esto ya no es así, que si pagas cualquier impuesto, en similares circunstancias, tienes que decirle a tu dinero: “Hasta la vista, baby”.

Quisiera creer que la Confiep, los demás gremios empresariales y los contribuyentes tampoco se olvidaron de este atropello.

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