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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Es un sentimiento popular: en agosto de 2013, 67% no le creyó a la Sra. Heredia cuando sostuvo que no se presentaría al primer cargo público; para enero de 2014 dicha opinión creció al 77%. Después del último cambio de gabinete, apostaría a que dicho sentimiento es –hoy– aún mayor.

Los allegados al mandatario –así como los medios alineados al régimen, algunos por intereses políticos y otros por intereses económicos– le hablan al oído, y le susurran que esto no es otra cosa que una campaña de la derecha y los poderes fácticos, y explican toda denuncia en ese intento por copar la agenda y boicotear las reformas implementadas.

La gran pregunta, si aún se nos permite tener opinión, sería ¿cuáles reformas? ¿La del Servicio Civil? No hay empresario o analista que esté en desacuerdo con ella. De hecho, frente a la opinión mayoritaria del público (que rechaza el último aumento salarial), la gran mayoría de medios y líderes de opinión apoyaron al gobierno.

¿Qué otra reforma está en disputa? La gran mayoría de sectores productivos (banca, seguros, AFPs, pesca, industria, telefonía, minería, entre otros) han sido sacudidos por distintos cambios regulatorios, la gran mayoría de ellos discutidos por los gremios, pero a fin de cuentas asumidos y aceptados por la mayoría y por la opinión pública en general.

¿Qué hay de los sectores públicos importantes? Salud ha presentado un plan de reforma, el cual sigue en discusión por el gremio médico; en Educación sabemos que vienen cambios, empero nada en concreto aún.

No es cierto, entonces, como dicen, que son los medios y "los poderes fácticos" (terminología que proviene de una mentalidad decimonónica) los que llevan a esa masiva percepción ciudadana. Son las acciones, abiertas y desatinadas, de la pareja presidencial las que han generado dicho sentir. Aún están a tiempo de recular.