A un año de la primera vuelta, ¿qué se puede hacer para tener menos miedo en la segunda? Durante lo que falta, el Gobierno y el Congreso seguirán distanciándose de las preocupaciones de la población con gestos que, además, pueden incendiar la pradera por la combinación de inoperancia e insolencia.
La presidenta se declara no responsable, pero se tomó todo el tiempo posible para observar la ley de flagrancia que corrigió el Parlamento por presión de la opinión pública. El Congreso la aprobó por insistencia, pero también se tomó su tiempo. ¿Cómo se siente la gente que fue víctima en ese lapso? ¿Cuánto miedo y rabia se acumula? ¿Cómo se canaliza?
En el paro de transportistas, que unió a formales e informales (la extorsión los amenaza a todos), el Legislativo los hizo esperar porque estaban en su hora de almuerzo, un congresista sugirió que pusieran láminas antibalas y el defensor de la PNP dudó de que extorsionaran a los pequeños transportistas porque no tienen plata. ¿Cuántas personas han muerto por estas extorsiones? ¿Cuántas tienen miedo de no regresar vivas a sus casas por salir a trabajar?
La inseguridad ciudadana va a seguir empeorando porque, efectivamente, no hay manera de obtener resultados en corto plazo, pero al menos se requiere voluntad política y coordinación al nivel más alto, y eso no existe. Tomar medidas sueltas no resuelve el problema de fondo.
El Congreso es escenario de intercambios de favores. El fujimorismo archivó la denuncia constitucional por el caso Rolex y recomendó evaluar denunciar al fiscal por no interpretar el artículo 117 de manera restrictiva. Es justo lo contrario de lo que se hizo con Castillo; le regalan el papel de víctima política en instancias internacionales. El Parlamento acusó a la fiscal Ávalos por aplicarlo de manera restrictiva con Vizcarra, argumento para que también Vizcarra diga que lo miden con distinta vara. La interpretación del artículo 117 está pendiente en el Tribunal Constitucional, ¿por qué el apuro? A un año de las elecciones va a ser difícil que el fujimorismo se pueda distanciar de la imagen de cercanía al Gobierno, al igual que APP.
Perú Libre propone que el ciclo cero en las universidades sea la única vía de acceso. Antes han propuesto crear universidades públicas sin sustento, pero aquí lo que se genera es un pingüe negocio a las universidades privadas. Las más reputadas se han pronunciado en contra, las que no lo son tanto se podría decir, como en las obras de teatro, han hecho mutis por el foro (¿o forro?).
Mercado persa se le dice a veces, pero las culturas milenarias merecen respeto. El escenario probablemente se deteriore de aquí hasta las elecciones, con una calle cada vez más harta. En un año, escogeremos en la sábana electoral entre cuarentipico aspirantes a pedazo de pizza en el Congreso, y las dos primeras minorías pasarán a segunda vuelta para elegir presidente.
El fujimorismo parece apostar a que mantendrá la primera o segunda minoría. En esa hipótesis le conviene un contendor con más voto en contra que Keiko. No se descarta la posibilidad de un frente; habrá que ver si existe real voluntad y se concreta. El otro contrincante es y será un misterio, por lo fragmentado del voto y porque el peruano está tan harto de la política que decide su voto en las últimas semanas.
En primera vuelta elegiremos 60 senadores y 130 diputados, cuyos gráficos parecerán dos pizzas de más de 30 pedazos, muchos de ellos nuevos por la voluntad de la población de renovar, pero que incluirán a algunas figuras políticas conocidas. Al final de este día, se sabrán los aspirantes.
El Senado, por el poder que concentra, es vital. Hay que hacer lo imposible por que sea lo mejor que se pueda. El presidente estará obligado a negociar con treintipico pedazos de esas dos pizzas. Construir consensos sobre políticas clave con todos los partidos que se pueda es indispensable. Iniciativas como Peruanos de Estado y otras similares son la opción sensata.