Salto adelante

Muy positiva la noticia de la autorización que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha dado a dos empresas de telecomunicaciones para que desarrollen servicios con tecnología 5G para Internet fijo inalámbrico. Aunque inicialmente se ofrecerá solo en las regiones de Áncash, Arequipa, Ica, Lambayeque, La Libertad, Lima, Piura, Tacna y Callao, los beneficios de esta tecnología serán de gran impacto para el Perú.

Nada mejor que conexiones seguras y veloces –la conectividad del 4G hoy al uso se multiplicaría por 10– para fortalecer el proceso de reactivación económica en que actualmente se encuentra el país, ampliando de paso las coberturas de la salud pública. No solo será posible una mayor fluidez en la comunicación y los grandes procesos de producción, sino que transformará sustantivamente la vida laboral y personal de los peruanos. En términos estrictamente económicos, los expertos hablan de que, hacia 2030, con los servicios de 5G ya masificados, significará un aporte del 1% al PBI.

Será momento entonces del llamado Internet de los objetos, donde un número casi ilimitado de dispositivos podrán comunicarse entre sí prácticamente sin intervención humana ni riesgo a “colgarse” o quedar atascados en la congestión de las redes.

Pero donde esta tecnología tendrá mayor influencia será quizás en el campo de la educación, pues permitirá incorporar hasta las comunidades más alejadas al sistema educativo nacional. Ha tenido que llegar esta terrible pandemia para que las grandes brechas de la educación en el Perú hayan quedado al desnudo. La aceleración de las comunicaciones, por lo tanto, tendrá que ir de la mano con un progresivo equipamiento y capacitación de alumnos, profesores y personal administrativo.

El Perú se pone pues a la vanguardia regional permitiendo que esta tecnología se comience a implementar a lo largo y ancho de su territorio. Aprendamos a disfrutarla con responsabilidad y a sacarle todo el beneficio posible para construir un país más justo y mejor integrado.