Salaverry, el perfil naranja

La mayoría del Congreso no parece haber acusado recibo de la indignación popular y el clamor por tener funcionarios públicos con una conducta ajustada a la ética. En medio de la crisis del sistema judicial, a raíz de los audios de la vergüenza, mañana se realizará la elección de la Mesa Directiva del Parlamento y la carta fujimorista para suceder a Luis Galarreta es Daniel Salaverry.

Este legislador llegaría con facilidad al cargo, gracias a Fuerza Popular y Alianza para el Progreso, que se sumaría a la lista de la bancada naranja con César Vásquez. Pensamos que Salaverry no es el indicado para presidir el Congreso y su elección sería vista como una muestra más de protección entre ‘otorongos’ y la ley del más fuerte (en votos).

Como le contamos en esta edición, él y su padre tuvieron un importante negocio de construcción, DSV Constructores. El parlamentario fue gerente general y luego apoderado de la empresa, en 2011 dejó de pagar impuestos, aportes a la ONP y Essalud. Su deuda con el Estado llegó a casi un millón de soles, sin intereses moratorios. Sin embargo, en enero de 2012 realizó un aumento de capital por un millón setecientos mil soles.

En 2016, reportó un secuestro de su contadora y robo del disco duro. La información contable desapareció. El congresista también fue denunciado por falta de pago, por dos pequeños empresarios de su natal Trujillo. La Comisión de Ética declaró improcedente el caso por falta de pruebas.

Salaverry también tiene tareas parlamentarias pendientes. En 2016 se le encargó la presidencia de la comisión que debió investigar concesiones en el gobierno de Humala, como la Línea 2 del Metro de Lima, la Refinería de Talara y el Gasoducto, pero hasta la fecha no hay informe (la ampliación del plazo venció el 28 de marzo). Incluso quiso que esta investigación se uniera a la de Lava Jato, pero el pedido no prosperó.

Salaverry pretende liderar un año de gestión parlamentaria en un periodo en el que el Congreso enfrentará grandes retos urgentes como la reforma del sistema judicial y varias investigaciones en torno a los congresistas que han protagonizado audios o han sido mencionados en las conversaciones de los implicados, como el fujimorista Héctor Becerril o el aprista Mauricio Mulder. Por lo visto, es el perfil que la fuerza naranja avala.