Rodolfo Orellana fue condenado a 2 años de prisión suspendida por difamación. (USI)
Rodolfo Orellana fue condenado a 2 años de prisión suspendida por difamación. (USI)

está cerca de cumplir con el plazo que un juez le ha impuesto en prisión efectiva. Orellana estuvo involucrado en una intrincada telaraña de instrumentos legales con la supuesta finalidad de lavar dinero y perpetrar crímenes conexos. Ahora: más allá de la poca eficiencia del Ministerio Público para encajar la denuncia que, de haberse hecho con idoneidad, tendría que haber terminado en una sentencia más grave, ha sucedido algo especialmente curioso –incluso para los tropicales cánones del país–.

El señor Orellana no ha sido suspendido en su actividad profesional por el Colegio de Abogados de Lima (CAL); es decir, la institución que tendría que tutelar el buen ejercicio del oficio de los miles de profesionales que a ella están afiliados no ha sido capaz de separar de sus filas a uno de los más cuestionados ‘hombres de ley’ del Perú en la última década. Quizá por eso se explique la poca credibilidad y la nula relevancia en que ha caído el CAL dentro del debate profesional, jurídico y político. Orellana sigue siendo abogado con pleno derecho de ejercicio.

Como se sabe, cuando uno va a prisión en Perú, hay una serie de formas a las que se puede recurrir con la finalidad de reducir la condena impuesta por el Poder Judicial. Por ejemplo: la buena conducta o el trabajo realizado al interior del penal. Así, y en un episodio que linda con lo real maravilloso, Orellana ha continuado con pundonor el ejercicio de su profesión desde la cárcel. O sea: Rodolfo Orellana está preso, pero como es abogado reconocido por el CAL, por tanto, es una persona capacitada para operar dentro del sistema legal, entonces ejerce.

Si todo ello les sorprende, aquí en la redacción nos sorprendimos incluso más cuando nos enteramos de quién podría ser uno de los principales patrocinados del ‘doctor Orellana’. Estamos hablando nada menos que de Gerson Gálvez Calle, más conocido como el peligroso delincuente ‘Caracol’. Entonces, así están las cosas: Rodolfo Orellana parece ser el abogado de ‘Caracol’.

Si así seguimos, que el último en salir apague la luz.