El paro de transportistas es la primera manifestación que ha tenido resonancia nacional, después de las movilizaciones de inicio del gobierno de Dina Boluarte; se tiene que resaltar porque estamos viviendo una especie de conformismo ciudadano con tanto atropello que viene cometiendo el Congreso que se ha aliado a un Gobierno pusilánime e incompetente.
El pliego petitorio de los transportistas de servicio público de pasajeros es exigir medidas de seguridad, que permitan hacer frente a la ola de delincuencia que los ha arrinconado con las extorsiones y asesinatos de choferes y cobradores, cuando no se les ha cumplido con el cupo que piden los delincuentes, que han visto una panacea en la extorsión y el sicariato.
Estos delincuentes se han dado cuenta de que tenemos un gobierno débil e incapaz para afrontar los problemas de inseguridad ciudadana y lucha contra el crimen organizado; que tienen un ministro del Interior impresentable, preocupado en blindar la corrupción que hay en Palacio y sobre todo que es un operador del poder corrupto para arrinconar a la propia Policía, como lo ha hecho con la Diviac, hasta el extremo de perseguir a un policía honesto que se enfrentaba a los corruptos en el poder; eso motiva a los delincuentes para estar sueltos en plaza, haciendo feria en las calles.
Los delincuentes saben que están bien blindados con este Congreso que se dedica a sacar leyes para favorecer a la delincuencia. Los congresistas están más preocupados en defender sus intereses y negociados, entonces los delincuentes se dan cuenta de que pueden hacer lo que se les venga en gana, total, si en el Congreso están sus pares para protegerlos.
Si no, veamos cómo el Congreso blinda a la delincuencia. Lo que ha dicho Salhuana en su condición de presidente del Parlamento es de ripley, porque hace dos semanas había ofrecido derogar la ley que favorece a las organizaciones criminales y ahora se escuda en que ya ha convocado a las autoridades nacionales para analizar el problema de inseguridad, cuando cada día se incrementan los casos de violencia, asesinatos, robos, extorsiones y todo con una impunidad rampante, porque ni se atreven censurar al ministro fujitroll, que se atreve todavía a molestarse cuando la prensa le hace preguntas incisivas sobre los datos de incidencia de la criminalidad.
La solución está en sacar del poder a los impresentables congresistas y a este gobierno de incompetentes, no hay otra.