(Foto: PCM)
(Foto: PCM)

La foto de la cumbre de presidentes en Brasil ha sido noticia en el Perú, pero no por una destacada participación de nuestro representante, el premier Alberto Otárola, que pasó desapercibido al extremo derecho de la foto —paradójico o tal vez premonitorio— y como si solo estuviese cumpliendo con el acto protocolar.

En la foto, a la extrema izquierda, por supuesto que estuvo Nicolás Maduro y en realidad fue la vedette —el término en francés tiene otra connotación—, es decir, fue el protagonista del evento convocado por Lula.

Inclusive Maduro tuvo una antesala al evento que causó más revuelo, el día anterior, tratando de distorsionar la realidad que vive Venezuela, como si fuera un problema de narrativa construida. Como ayer resalté, desde esta humilde esquina, este evento fue más una “lavada de cara” para Maduro y posicionar el liderazgo de Lula en la región, utilizando de pretexto de un encuentro multilateral. El presidente Boric también lo confirmó.

Regresemos a Otárola y como ustedes entenderán, una imagen es más potente que mil palabras y lamentablemente para los intereses del gobierno, su participación no ayudó en nada; al contrario, era mejor que no asista, porque al final fue un papelón.

La imagen del presidente uruguayo Lacalle retirándole la mano a Otárola, es una imagen muy negativa, tal vez fue un descuido, pero queda en el imaginario popular como un desplante del presidente más ponderado y crítico a la vez, inclusive con el propio Lula y desmarcándose abiertamente de la pretensión de encubrir a Maduro.

Evidentemente, Otárola no es presidente, pero tenía las credenciales como representante plenipotenciario del Perú en este espacio, pero a su poca capacidad para desenvolverse se sumó el pésimo trabajo de nuestra Cancillería, que lo llevó a este papelón.

El tema de fondo, más alla de lo anecdótico, es que una vez más se pierde la oportunidad de abordar el problema del Perú, que inclusive hubiera permitido combatir las medias verdades sobre nuestra democracia y, sobre todo, la mala imagen por las denuncias de violaciones de derechos humanos.

Reitero, parece que en Torre Tagle no les interesa mejorar la imagen del gobierno y del país. Su trabajo es paupérrimo.