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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Usted es el gerente de una empresa que quiere evaluar cómo marcha su negocio con relación al resto de las empresas. No quiere consultar a un macroeconomista porque le va a aturdir con sus explicaciones de uno y otro lado. Prefiere hacer usted mismo un ejercicio sencillo. En primera aproximación usted se formula la siguiente pregunta: ¿cómo se compara el crecimiento de mis ventas con el promedio del resto de las empresas?

Supongamos que sus ventas en soles, en los últimos doce meses, han crecido al 5%; nada mal para los tiempos que corren. Para tener una idea de cuánto crecen, en promedio, las ventas del resto de las empresas suma usted la tasas de crecimiento del PBI real y del índice de precios al consumidor. Es decir, calcula el PBI nominal. Veamos los números.

El viernes el INEI nos dijo que la economía peruana creció en setiembre casi 3% en relación con el mismo mes del 2014. Por su parte, el BCRP nos dice que la inflación en los últimos doce meses es 3.7%. De manera que el PBI nominal y, por ende, según su extrapolación grosso modo, las ventas del resto de las empresas habrían crecido, en promedio, al 6.7% .

Concluye usted que su empresa marcha peor que el resto de compañías en unos 1.7 puntos. Así que tendrá que dar explicaciones a su directorio ¿Y qué va a decir? Le doy una idea.

Hay algo en los datos oficiales del PBI de los últimos tres años que no me cuadra. Me explico. Alrededor de la mitad del PBI son tangibles (industria, minería, agricultura, construcción, pesca, etc.), la otra mitad son intangibles (servicios de salud, educación, banca, seguros, comercio , restaurantes). Resulta que el INEI nos dice que los servicios han venido creciendo alrededor dos puntos más que el PBI total y los tangibles –toneladas de cobre, anchoveta, palta y millones de chompas– dos puntos menos. Lo que no se ve marcha bien y lo que se ve, mal. ¿Imposible? No, pero muy inverosímil. Es más, lo primero que cortan las empresas cuando las cosas van mal son las compras de servicios, pero el INEI nos dice que estas siguen boyantes .

No pierda el sueño con las cifras del PBI; si sus ventas crecen al 5% en soles, seguramente su empresa marcha mejor que el resto. Si la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP es capaz de proponer unas tablas de mortalidad –algo mucho más fácil de medir que el PBI– en que la esperanza de vida en Perú es mayor que en los países avanzados de la OECD, difícilmente puede usted suponer la universalidad y santidad de los datos oficiales del PBI.

El Banco Central de Reserva es la institución más profesional y honesta que tiene el Perú. ¿Algún candidato presidencial que se atreva a proponer que la supervisión bancaria y las cuentas nacionales pasen a ser competencia del BCRP?