Selección de Francia (Getty)
Selección de Francia (Getty)

En un artículo que publiqué en junio de 2008, titulado “Golbalización”, planteé que “más de la mitad de la selección francesa, a pesar del chauvinismo de parte de su población, procede de sus ex colonias… y las provincias españolas se olvidan de sus patriotismos con los goles del vasco Xavi Alonso, junto a los catalanes Fábregas y Xavi Hernández, y a los madrileños Casillas, Torres, entre otros, unificados por los éxitos y fracasos de su selección”.

Hoy esta afirmación está más vigente, pues vemos a una Francia con solo 4 futbolistas de ascendencia francesa, así como 4 de diversos orígenes: Griezmann (alemán portugués), Hernández (España), Varane (Isla de Martinica) y Lemar (Isla de Guadalupe). El resto de su selección es de origen africano, a pesar de que más de un 30% del país votó por la xenófoba Marine Le Pen. En el caso de España, si bien los independentistas catalanes insisten en separarse del país, hay futbolistas de la selección que nacieron en esa provincia: Piqué, Alba, Busquets y uno de La Masía del Barcelona como Iniesta, quienes son compañeros de selección de cinco del equipo histórico rival: Real Madrid.

Otro tema que abordé fue este: “Paradojas de nuestros tiempos: Maradona hace juegos de exhibición promoviendo el gran negocio del fútbol y, a la vez, apoya ‘anti-cumbres’ contra la globalización”, y en esta incoherencia se mantiene coherente. Dieguito estuvo en las elecciones fraudulentas de Venezuela y aseguró que mienten quienes hablan de crisis en ese país (¿otro intento de gol con la mano?). Además, halagó al socialismo chavista mientras le regaló a Maduro un reloj de 30 mil dólares comprado con los millones que ganó como técnico de un equipo de una monarquía fundamentalista árabe.

En la ‘golbalización’, Fidel y Rockefeller bailan al ritmo de Maradona.

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