El presidente Martín Vizcarra sostuvo una reunión este jueves con los integrantes de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política. (Foto: Presidencia de la República)
El presidente Martín Vizcarra sostuvo una reunión este jueves con los integrantes de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política. (Foto: Presidencia de la República)

El primer desafío del informe presentado por la Comisión para la Reforma Política es evitar morir en el olvido. El segundo es que, si llega a ser debatido en el Congreso, no sea transformado y desnaturalizado por los intereses y carencias de la mayoría legislativa que insiste en velar más por sus beneficios personales que por los de los ciudadanos.

El problema es que hasta el momento nadie se ha presentado como el abanderado político para liderar esa cruzada reformista. Así nada va a cambiar. En Palacio de Gobierno parecen haber decidido frenar el ímpetu que mostraron inicialmente. ¿Acaso han visto que empujar le reforma les costará algunos puntos de aprobación que no quieren arriesgar? Daniel Salaverry, por su parte, ya anunció que el Congreso preparará una propuesta alternativa. ¿Para cuándo? Si queremos tener un nuevo marco legal aplicable para las elecciones de 2021, la fecha máxima para comenzar a aprobar normas es junio de este año, antes de que termine la actual legislatura parlamentaria. Luego será imposible. Las reformas requieren voto en dos legislaturas y otras posiblemente un nuevo referéndum. Todo tiene que estar aprobado hasta un año antes de las elecciones (eso es abril de 2020). Además, el proceso requiere un alto nivel de consenso, pues los cambios constitucionales necesitan 87 votos en el Congreso.

El informe con la propuesta de reforma trae medidas distintas, algunas bastante más pertinentes, realizables y urgentes que otras. Cada una merece atención. Pero lo que tenemos actualmente como sistema es realmente malo, así que el cambio no puede esperar más. Entre otras perlas, el Perú es el país del continente con menor confianza en sus partidos políticos (Barómetro de las Américas). ¿Queremos quedarnos estancados en esta mediocre realidad?

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