Reforma política

El descrédito de la clase política peruana y la utilización de la política para fines privados ha llevado a que el Congreso tenga una aprobación del 11% (GfK). El 70% de los congresistas no estaba afiliado a ninguna organización política cuando llegaron al Congreso, lo hicieron en calidad de “préstamo” de otras agrupaciones regionales o como “invitados”. ¡Ello muestra que ni siquiera los políticos confían en los partidos!

Meléndez (EC 5/5/18) señala la urgencia de romper con el divorcio que existe entre la economía y la política y que nos ha llevado a una crisis de representación, centralismo y corrupción que no hace más que agrandarse con el pasar del tiempo.

La crisis política motiva propuestas frívolas de reforma del sistema de representación, desde el retorno a la bicameralidad hasta la eliminación del voto preferencial, pasando por acabar con la inmunidad parlamentaria.

Quienes están a favor de la bicameralidad consideran que una cámara más garantizará mayor debate en los proyectos de ley y por ello una mejor calidad legislativa. Fernando Tuesta sostiene la importancia de una mayor representación parlamentaria. Considerando la clase política actual, ¿más es necesariamente sinónimo de mejor y mayor representatividad? Los políticos consideran también que una cámara más garantizaría una mayor visión de la problemática nacional. Sin embargo, la desconexión de los congresistas con las poblaciones a las que dicen representar es un fiel reflejo de lo que ocurre con los partidos.

La idea de que la eliminación del voto preferencial fortalecerá a los partidos y con ello a la democracia es errada. ¿Por qué la lista cerrada sería mejor que la lista con voto preferencial si ambas son preparadas por las mismas cúpulas? ¿Qué nos garantiza que, anulado el voto preferencial, esas cúpulas harán un mejor trabajo? El voto preferencial le permite al elector elegir dentro de la lista aprobada por el partido a quien él cree que representará mejor sus intereses.

El 82% de la población está a favor de la eliminación de la inmunidad parlamentaria al creer que los congresistas se escudan en ella para no responder a la justicia por delitos. Cierto, pero también es cierto que la inmunidad parlamentaria es la principal garantía para el ejercicio autónomo del cargo, limitando la posibilidad de persecución judicial por ideas.

Implementar reformas populistas para mejorar la aprobación y garantizar una próxima curul no solucionará la falta de una democracia funcional.