Reflexiones sobre el errepepum

RPP es, de algún modo, la música de fondo del país. Su melodía gusta o disgusta y, a veces, las dos cosas al mismo tiempo. Logró posicionarse en una situación de privilegio que la convierte en actor relevante y, por tanto, responsable, de lo que acontece por estas tierras.
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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Como todos los medios, pero un poco más y con otro plus: la velocidad del mensaje radial y la eficiencia con la que siempre –en ese campo– ha actuado esta emisora. Su anuncio, efectuado después de un temblor de 5.1 de magnitud, revelando cambios, que incluyen despidos en todo su personal, tuvo una repercusión inmediata en las redes sociales. Fue como un 'errepepum' que conmovió a quienes ven en la comunicación un factor determinante en el manejo del poder. Un factor que, en la actualidad, con partidos políticos frágiles e instituciones del Estado cuyo prestigio mengua constantemente, se ha convertido en el líder visible y real de los distintos intereses y orientaciones presentes en el quehacer cotidiano. Los medios sustituyen con sus opiniones las carencias mostradas por quienes, teóricamente, manejan o disputan el poder político e influyen, además, sobre los tres poderes del Estado y sobre el imaginario y la conducta de gran parte de la población. Es increíble la velocidad con la que se puede crear héroes o antihéroes en una sociedad que consume vorazmente interpretaciones de la realidad cuya superficialidad estremece. Por ello, la responsabilidad en el manejo de la información se ha convertido, desde la perspectiva ética, en la variante fundamental a tener en cuenta cuando evaluamos la información recibida. Que este 'errepepum' sirva para reflexionar sobre las responsabilidades de los distintos actores sociales y para acentuar el valor de una democracia con justicia social.

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