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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Enrique Castillo, Opina.21No es ninguna novedad que los esposos Humala y Alan García están frontal, abierta e irreconciliablemente enfrentados. Tampoco es un secreto que los esposos Humala no quieren a Alan García como candidato en el 2016, ni Alan García quiere que Nadine Heredia postule en los próximos comicios presidenciales.

Pero hoy la novedad es que la Primera Dama ha decidido iniciar ya su carrera como lideresa política.

En paralelo a la batalla que libra en el Congreso su bancada encabezada por Sergio Tejada, y después de muchas referencias indirectas del Presidente al líder aprista ("Estado panzón", "yo no le contesto a candidatos", etc.), Nadine Heredia se estrena públicamente como presidenta del nacionalismo enfrentándose directamente a Alan García.

Le enrostra lo de los narcoindultos y busca mostrarlo como un hombre excesivamente ambicioso que quiere llegar al poder cuantas veces pueda. Enfrenta la etiqueta de la "reelección conyugal" con la de la "reelección vitalicia".

Ninguno quisiera al otro en el Gobierno a partir del 2016 porque la persecución y venganza sería interminable e insufrible. Y ambos quisieran al otro fuera de escena para enfrentar a Keiko Fujimori en una eventual segunda vuelta, porque asumen que sería fácil ganarle o que otro le gane. "Cualquiera menos tú", parece ser la frase en la punta de la lengua de ambos bandos.

La estrategia del nacionalismo será la de polarizar al país (nuevamente viviremos lo de "los buenos y los malos", "los corruptos y los limpios", "los que están con los pobres y los que están con los ricos"), para tratar de "empaquetar" y arrinconar a sus adversarios (Keiko y Alan), para así ganarles o evitar que ganen.

Esta será una guerra larga que podría prolongarse hasta el 2021, y que podría desgastar mucho a ambos, al extremo de anular sus opciones en beneficio de terceros.Claro, si aparece alguien hábil que pesque a río revuelto. ¿Alguien dijo Gastón?