Reconciliación: ¿para quién? (PikoTamashiro/Perú21)
Reconciliación: ¿para quién? (PikoTamashiro/Perú21)

El gobierno nombró, finalmente, al gabinete de la reconciliación. No queda claro cuáles serán sus tareas ni qué tiene que ver con una reconciliación. Lo que sí queda claro es la falta de visión del gobierno. A las pocas horas del nombramiento, el viceministro de Economía, César Liendo, sostenía que la crisis había sido superada gracias al nuevo gabinete. Luego, sería sorprendido con la caída de la aprobación presidencial a 20% y con un 54% de población que cree que el presidente debió ser vacado.

El 22% de los peruanos viven debajo de la línea de la pobreza; esto es, viven con menos de S/328 al mes. El 72% de la PEA se desarrolla en el sector informal. Es decir, tenemos empresarios que por las fallas del sistema deben desarrollarse de espaldas al Estado.

Las instituciones políticas en el Perú, a diferencia de los países desarrollados, son cerradas y excluyentes. El sector informal no tiene una adecuada representación política que le permita trasladar sus necesidades a un Estado que pueda legislar para resolverlas. Mientras que las instituciones económicas son excluyentes y rentistas.

La informalidad económica es producto de los altos costos de transacción del sistema que impide que sectores con menor poder económico o limitado acceso al poder político puedan obtener derechos legales.

Entonces, ¿podemos hablar de reconciliación nacional cuando no existen autoridades ni partidos políticos ocupados en resolver la informalidad y la exclusión? ¿A quiénes y por qué los queremos reconciliar?

Ha pasado casi un año desde la terrible destrucción generada por El Niño costero y el gobierno parecería haber dejado de lado la reconstrucción con cambios. De acuerdo con la premier Aráoz, la meta del gobierno es que para fin de año “no haya un solo peruano afectado por El Niño costero viviendo aún en condiciones de indignidad” (EC 7/1/18). ¡Casi 2 años para eso! Es que Piura queda muy lejos y desde Choquehuanca no se ve.

Mientras tanto, hoy 13 de enero, Gregorio Santos, Vladimir Cerrón, Verónika Mendoza y Walter Aduviri desde Cajamarca, Cusco, Puno, Junín y Ayacucho iniciarán una movilización nacional con destino a Lima. Esta tiene como objetivo lograr la vacancia presidencial, la convocatoria a una asamblea constituyente y, según dicen, luchar contra la corrupción.

Los mineros artesanales, y otros sectores informales, faltos de representación, han anunciado que se unirán a la marcha.

Y a mí me queda la duda, ¿a quiénes era que íbamos a reconciliar?