Tras la presentación de Salvador del Solar, los congresistas se acercan a Daniel Salaverry para pedirle una Junta de Portavoces. (Foto: Anthony Niño De Guzmán)
Tras la presentación de Salvador del Solar, los congresistas se acercan a Daniel Salaverry para pedirle una Junta de Portavoces. (Foto: Anthony Niño De Guzmán)

El tremendo bochinche que el Apra y el fujimorismo armaron en el hemiciclo cuando Daniel Salaverry iba a dar lectura a la propuesta de modificación de las comisiones del Congreso, ya que las bancadas se habían recompuesto, tiene una explicación: con las dos recientes renuncias que ha sufrido Fuerza Popular (FP), su mayoría parlamentaria se sigue menguando, tanto que incluso podrían perder el control de comisiones estratégicas.

La propuesta se leyó y finalmente se votó, pero las 66 abstenciones, casi todas de FP –sumadas a la ayudita que le dieron sus amigos de Alianza por el Progreso, la tropa de Acuña, y PpK–, lograron evitar que el lógico reajuste se produjera, lo cual constituye un hecho particularmente grave, pues la correlación de fuerzas políticas, por ejemplo, en la Comisión Permanente, en Constitución, en la de Ética o en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, ya no tiene que ver con la realidad.

Desde 2016, la bancada fujimorista ha perdido 20 representantes, que renunciaron o tomaron distancia de FP luego de sucesivos escándalos de corrupción en que el partido –o algunos de sus más connotados líderes y lideresas– se ha visto envuelto.

Por otro lado, cuando se instaló este Congreso, las bancadas eran seis; hoy, de momento, llegan ya a la decena y pareciera que la tendencia al desbande o el cambio de camiseta se mantendrá, pues cada día es más evidente que Keiko Fujimori y su entorno, acorralados por no una sino muchas investigaciones del Ministerio Público, están enfocados únicamente en salvar su propio pellejo a punta de “blindar”, una y otra vez, a probados delincuentes, con tal de que estos sigan siendo funcionales a sus escabrosos objetivos.

Y es justamente tal la propensión y facilidad para el blindaje serial –suceda lo que suceda hoy con la cuestión de confianza– que la mayoría fujimorista puede perder poder en el obligatorio camino al sinceramiento de la composición de las comisiones en el Parlamento. El gobierno y las fuerzas democráticas deben defender la representación que les corresponde.