[OPINIÓN] Aldo Mariátegui: “¡Que regresen los virreyes!”
[OPINIÓN] Aldo Mariátegui: “¡Que regresen los virreyes!”

-Hemos llegado a situaciones inimaginables, con la Fiscalía allanando nada menos que ministerios o el domicilio del mismísimo jefe de la Policía. Es muy doloroso constatar la putrefacción a la que se ha llegado. Pero nada sintetiza más la tremenda inoperancia de nuestra etapa republicana que se nos caigan puentes hechos en los siglos XX y XXI y siga incólume el añejo puente de piedra que une Lima con el Rímac, edificado por el virrey Juan de Mendoza y Luna en 1610. Es que uno revisa la historia del Perú y el 90% de nuestros virreyes fueron mucho mejores gobernantes que el 90% de nuestros presidentes. No nos mandaban desde España a cualquier imbécil de virrey: eran funcionarios con mucha trayectoria administrativa y militar previa. Jamás hubiera habido tipos tan elementales como Pedro Castillo, Velasco, Humala o Sánchez Cerro de virreyes, se los aseguro... ¿Se pueden imaginar a Pedro Castillo de presidente, a Betssy Chávez de premier y a sus inoperantes y corruptos ministros gestionando las respuestas a estos desastres naturales? Hasta en eso hubo suerte de salir de estos.

-Somos tan idiotas en el Perú que se despide a un viceministro de Salud no por inepto o corrupto, sino por tomar vino en el almuerzo, algo que en España o Argentina es hasta rutinario. Y no le hacen nada a quienes fueron a acosarle, como tampoco han detenido en el mismo momento al tipo que agredió ayer al congresista en Arequipa.

-Sigrid Bazán hasta ahora no explica sus grandes habilidades financieras para comprarse un departamento en San Isidro sin tener los ahorros suficientes. ¡Debe de ser la mejor capitalista del Congreso! Si lo hubiera hecho una congresista fujimorista, Sigrid estaría haciéndola polvo, junto a Mohme, RMP, la Glave y la Huilca.

-PD: Insisto por enésima vez: la canciller Ana María Gervasi sigue sin retirar la candidatura de la caviar PUCP Julissa Mantilla para su reelección en la CIDH. Después no lloren cuando el poder caviar les enjuicie y crucifique, una vez más, por su desidia.