Radiografía de una conspiración
Radiografía de una conspiración

Columnista invitado

Columnista invitado:

Richard Arce

Dentro de diez meses el presidente Vizcarra tendrá que responder a la justicia, esto es innegable. Ahora está premunido por su investidura; sin embargo, sería importante que él mismo facilite las investigaciones fiscales, porque los involucrados son personas de su entorno más cercano, más aún si este fin de semana se confirmó los allanamientos judiciales a las viviendas de Richard Cisneros, Karem Roca y la exsecretaria general de Palacio, Mirian Morales.

Vizcarra tiene la responsabilidad de no haber deslindado en su momento con este personaje de Richard Cisneros y ahora hemos sido testigos del show que armó este inefable. El país no se merecía este espectáculo desagradable, en un contexto de crisis humanitaria, con más de 30,000 muertos por cifras oficiales que inclusive distan de la realidad (ver datos del SINADEF) y las subsecuentes afectaciones económicas: se habla de que tres millones de peruanos han perdido el empleo. El futuro es incierto.

Pese a la indignación y decepción que causa esta situación engorrosa en la que se ha visto involucrado el Presidente; causa mayor indignación el accionar del actual Presidente del Congreso, Merino de Lama, que ha visto la oportunidad para asaltar el poder, por la sucesión de mando. Él los ha llevado a acciones de las más inverosímiles, como pretender persuadir al alto mando de las Fuerzas Armadas, buscando un supuesto respaldo con un triste papel de intermediario por parte del congresista Otto Guibovich, quién con esa actitud mancilla el honor del uniforme que alguna vez vistió.

La vieja guardia de la política todavía cree que los militares están al servicio del gobierno de turno –que equivocados que están– las Fuerzas Armadas están al servicio del Estado y no son deliberantes; al contrario, su rol es garantizar la soberanía y el interés nacional. Es por ello que la pretensión de Merino de Lama y compañía, al buscar el apoyo militar, los ha expuesto ante la opinión pública, perdiendo la credibilidad y, sobre todo, la legitimidad para obrar. Probablemente por estas acciones tendrán que afrontar un juicio político e inclusive una denuncia penal por conspiración y sedición.

Caso aparte es la posición ambivalente y oportunista de varios conspicuos líderes políticos del país, que primero auspiciaban la vacancia y ahora parece que la inamovilidad de los domingos les ha producido algo de lucidez, aunque es evidente el aprovechamiento político. Primero aparecieron sendos comunicados a la opinión pública por parte de Acuña y Urresti desdiciéndose, por ahí algún tibio tuit de parte de Forsyth, Mendoza y Guzmán. Y después un mensaje grabado de Keiko Fujimorí, llamando a la prudencia, quien al parecer se olvidó cuando su bancada fue la más entusiasta en la vacancia de Kuczynski, movida por sentimientos revanchistas. Se podría afirmar que ella tiene mucha responsabilidad en estas crisis políticas del presente lustro.

Para terminar, hoy lunes probablemente censuren a la ministra María Antonieta Alva; pero, es improbable que puedan vacar al presidente Vizcarra después del papelón de Merino de Lama en el Congreso, quién también podría terminar en el cadalso por sus sueños de poder. Es muy probable que presenten una censura a toda la mesa directiva y se tenga esta semana un nuevo presidente del Congreso; serán los daños colaterales de esta historia tragicómica, con la puesta en escena de un bufón y un excontralor procesado.

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