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Redacción PERÚ21

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Enrique Castillo,Opina.21La última encuesta de Ipsos nos dice que hay un 22% de peruanos que cree que sí postulará, y un 23% que señalan explícitamente que sí votarían por él. Obviamente, la decisión de tentar la Presidencia le corresponde solo a él, pero es válido preguntarse si la negativa es definitiva.

Quizás la pregunta que habría que hacerle a Gastón –más que si va a postular o no– es si quisiera llegar a ser presidente del Perú. Si quisiera dirigir o liderar a la nación para poner en marcha las transformaciones y proyectos de los que habla en cada intervención o entrevista. Porque para no querer ser candidato o político, habla bastante de política y tiene un muy buen discurso y bastante desarrollado sobre cada uno de los sectores gubernamentales. Adicionalmente, maneja muy bien su imagen y su exposición pública.

¿Es incompatible ser un buen cocinero, empresario, promotor y líder de opinión, con ser presidente?, de ninguna manera. La brecha entre el empresario y el político se ha ido cerrando cada vez más. Quizás lo difícil sea saber cómo dar el salto, y no el querer darlo. En otras palabras, ¿cómo entrar y luego salir de la política y tratar de cambiar el país sin llegar a ser triturado, y poner en juego todo lo alcanzado y lo que se está por desarrollar?. Quizás por eso Gastón hablaba de la unión entre la derecha, el centro y la izquierda. Es decir, prestar su concurso si se trataba de encabezar un gran movimiento cívico, y no tratar de armar él mismo un gran frente.

La presencia de Gastón movería todas las piezas del tablero político peruano, y pisaría muchos callos. Pero ese sería el cambio más importante, esa sería su mayor contribución a la política. Ojalá encuentre como hacerlo, hoy o mañana.