Querido Papa Noel

La lista de pedidos del próximo año para el Perú y sus políticos.
Pide matar a Papá Noel por Facebook y acabó multado por un juez en Holanda. (Srikanta H. U | Unsplash) 

Como se acerca Navidad, esta es mi lista de regalos para 2019. Te advierto que es bien ambiciosa porque se necesitan varias cosas. Ojalá puedas con todo.

El año pasado te pedía más cárceles y la ampliación de la Dinoes. El crecimiento demográfico carcelario supera todas las expectativas. Pero ahora se necesita, además, celdas más amplias, trajes a rayas XXXL y camas King. Parece que se viene uno que otro reo bastante subido de peso.

A Fuerza Popular tráele toda la colección de los pitufos para justificar los aportes a su campaña. Y también tráeles nombres como los de Miguel de Cervantes, Winston Churchill, José de San Martín y Gengis Kan para incluirlos en su lista de aportantes difuntos.

A Alan tráele el número de teléfono del embajador de la República Democrática del Congo para ver si allí sí le liga el asilo.

Tráele un peluche de Pinocho a Chávarry, otro de Homero Simpson a Becerril y un apachurrito de Alan a Mulder.

A los Fujimori debes traerles otro apellido, porque el que tienen solo les ha generado problemas. A Mamani un par de guantes de box que no se pueda sacar para evitar que caiga en la tentación de tocar lo que no debe. Salaverry quiere una margarita para deshojarla y saber en qué bancada va a terminar.
Que Proinversión saque aunque sea un proyectito de inversión en este año que viene. Honestidad para los políticos, aunque se necesita tanta que no va a entrar en tu trineo.

Tráenos un paquete con verdaderas reformas constitucionales que mejoren el sistema político como la eliminación del voto obligatorio y del voto preferencial, renovación por tercios del Congreso, elección de congresistas por distritos uninominales y un verdadero Congreso bicameral y no los mamarrachos propuestos por el presidente y el Congreso aprobados en el referéndum que no nos van a llevar a ninguna parte. Y de paso eliminar el indulto como gracia presidencial a quienes han cometido delitos por ejercicio de función pública y así evitar el intercambio de favores entre los políticos.

Necesitamos un manual de cómo se hace un análisis costo-beneficio para que los congresistas dejen de hacer evaluaciones de las consecuencias de las leyes que sean auténticos adefesios.

Que Vizcarra pase del dicho al hecho y traiga una auténtica flexibilidad laboral, una sincera simplificación administrativa que se termine con los trámites absurdos e interminables y que el sistema tributario deje de ser esa maquinaria kafkiana inflexible e indescifrable que es.

Y que los peruanos entendamos finalmente que el único camino realmente efectivo para reducir la pobreza es el crecimiento económico. No podremos retomar dicho crecimiento si no aumentamos los niveles de inversión. Y tráenos sentido común para que entendamos que crecer a 3% es un signo de mediocridad y desidia que no debemos tolerar.

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