El pasado miércoles, el presidente de la Reserva Federal (banco central de los Estados Unidos) señaló que en lo que resta de 2025 solo habrá dos recortes de la tasa de interés, pero que no serán inmediatos. Además, anunció que por el momento se mantendría sin cambios (en un rango entre 4.25% y 4.50%) ¿Por qué la declaración si hasta antes de la llegada al poder de Trump se esperaba una reducción más rápida de la tasa de interés?
Las tasas de interés de los bancos centrales son una herramienta que sirve para contener la inflación. Tienden a subir cuando se espera una mayor inflación y a bajar en caso contrario. Además, no puede dejarse de lado que, a diferencia del BCRP, la FED tiene dos objetivos más: el crecimiento económico y el empleo. Estos dos últimos crecen cuando la tasa baja.
Entonces, ¿por qué no baja la tasa de interés? Porque las expectativas en los Estados Unidos indican que se espera un aumento de la inflación en este 2025. La subida de aranceles y las deportaciones de indocumentados tienden a crear inflación. Entonces, la FED prefiere ser cauta y mantener la tasa por el momento (al menos no la ha subido). La inflación esperada está por encima del nivel que convencionalmente espera la FED (2%).
El problema de fondo es la incertidumbre. Trump anuncia aranceles, luego los posterga y se hace difícil saber qué pasará después. Los usa como herramientas de negociación para otros fines. Y la incertidumbre es veneno para la economía; no sorprende que la misma FED espere un crecimiento económico un poco más lento. Esto último sería el determinante de las dos reducciones esperadas en tasa de interés.
La FED se encuentra ante un dilema: por un lado, si se espera una mayor inflación, la FED debería subir tasas; pero, si el crecimiento se desacelera, entonces debería bajarlas. Aquí el problema es que las idas y venidas de Trump hacen todo muy difícil de proyectar.
Sea como fuere, ello impactará en Perú. Por eso, el BCRP tampoco movió su tasa de interés en su última reunión y se mantiene en 4.75%. Esto podemos interpretarlo de la siguiente manera: tanto la FED como el BCRP han adoptado una postura de cautela esperando las medidas concretas que efectivamente se lleven a cabo del Gobierno de Trump. Por eso, ambos mantienen sus tasas. Es el costo de la incertidumbre.
La FED proyecta un crecimiento económico de 1.7% para este 2025 (antes que Trump asumiera se esperaba 2.5%) y una inflación cercana a 3% (antes 2.6%). No son buenas noticias para los Estados Unidos. Tampoco para Perú. Los datos presentados incidirán en un crecimiento más lento de la economía mundial, y a la economía peruana, al ser pequeña y abierta al mundo, le resultará más complicado aumentar el crecimiento.
En resumen, con la información que se cuenta hasta ahora, en Estados Unidos se espera un crecimiento más lento y una inflación mayor. Sin ninguna duda, una combinación que no es positiva. El peligro que representa juntar objetivos geopolíticos con económicos quizás sea la mayor lección hasta ahora.
La economía no es un acto de magia ni de fe. Es una ciencia social que se basa en evidencia empírica. Subir aranceles no es una medida positiva, más allá de las ideologías que cada persona pueda tener. Ojo que todavía no tenemos la respuesta de China. Ahora hay que hacer un seguimiento de las medidas de Trump, día a día, pues la incertidumbre hace que todo pueda cambiar de un momento a otro.