Que comience la limpieza. (Foto: GEC)
Que comience la limpieza. (Foto: GEC)

La recién estrenada Junta Nacional de Justicia (JNJ) ha tomado primeras decisiones de impacto y por unanimidad. Abrir proceso disciplinario inmediato a los fiscales supremos Pedro Chávarry y Tomás Gálvez Villegas, así como a los jueces supremos Martín Alejandro Hurtado y Aldo Martín Figueroa Navarro, a la vez que iniciar la investigación preliminar a otros tres jueces supremos, varios de ellos implicados en las investigaciones sobre la red mafiosa de Los Cuellos Blancos del Puerto, puede marcar una nueva era en la administración de justicia en nuestro país.

Aun cuando esperada y urgente, no iba a ser fácil asumir tal responsabilidad. Felizmente, los miembros de la JNJ tuvieron el coraje y la integridad profesional que el momento exige.

Compuesta por jueces, fiscales, abogados y empresarios que beneficiaban a sus allegados con plazas dentro de la administración de justicia, a cambio de favores o contantes y sonantes prestaciones económicas, la organización criminal de Los Cuellos Blancos seguía campeando a sus anchas en el Poder Judicial, pese a que buen número de sus miembros quedaron en evidencia, fueron separados de sus cargos o se encuentran actualmente sometidos a procesos administrativos. Se trata de una pulposa red delictiva enquistada en el PJ que llegó a usar al extinto Consejo Nacional de la Magistratura prácticamente como su mesa de partes.

Un proceso que captará suma atención será el que se abre al exfiscal de la Nación Pedro Chávarry, quien ha trascendido por su hostigamiento constante al Equipo Especial Lava Jato, así como por la sucesión de tropelías que llevó a cabo, incluso a vista y paciencia de cámaras de video y no pocos testigos, cuando era caserito de los blindajes de la bancada aprofujimorista del último Congreso.

La fiscal provincial contra el crimen organizado del Callao, Sandra Castro –quien, tras realizar una valiente investigación, emitió el informe definitivo sobre Los Cuellos Blancos– no se mordió la lengua cuando dijo lo que muchos peruanos pensamos: que ya es el momento de “iniciar la limpieza de magistrados” en el país.

La semana termina, pues, con esta excelente noticia. Que la JNJ se ocupe de que la justicia alcance a quienes, en el Perú, la convirtieron en moneda de cambio.

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