¿Cómo debes marcar la cédula para no considerarse un voto nulo? (Perú21)
¿Cómo debes marcar la cédula para no considerarse un voto nulo? (Perú21)

El “elenco estable” de la política peruana de inicios del siglo XXI se fue al retiro sin pena ni gloria. Ninguno de los expresidentes (Toledo, Humala, García y PPK) ha dejado una herencia política rentable electoralmente. El Apra administra una identidad del siglo pasado, a la espera de una personalidad que la active. El fujimorismo naufraga, pero no se ahoga.

Keiko Fujimori cuenta con el 8% de intención de voto (según encuesta de Datum, publicada ayer en Perú21), con miras al adelantado ciclo electoral. Es la única fuerza política que el huracán Lava Jato no se llevó.

Las elecciones de 2016 renovaron el elenco de presidenciables. Siguiendo con la encuesta citada, Julio Guzmán y Verónika Mendoza aparecen con 11% y 6% de intención de voto, respectivamente. Políticos menores pero trajinados parecen mantener cierta acogida desde dichos comicios, la que en Perú resulta valiosa. Son los casos de Alfredo Barnechea (5%), Gregorio Santos (3%) y César Acuña (3%). Las novedades parecen más el resultado de la coyuntura que el final de un proceso de construcción partidaria. Con siete meses de gestión, el alcalde de La Victoria, George Forsyth, ocupa el 10% de las preferencias; 4% tanto Jorge Muñoz como Salvador del Solar –quien ha anunciado su break de la política cuando termine su papel en la PCM.

El venidero escenario electoral será protagonizado por un elenco de actores “secundarios”, llamados a asumir –por defecto, más que por méritos propios– roles centrales en el drama pautado por sus antecesores. Para el futuro comicio, adelantado arbitrariamente, los partidos aventajan a los vehículos personalistas (vigentes en el papel; ausentes en el espacio público). Aquellas organizaciones que cuentan con autoridades subnacionales (AP) y/o “sustitutos partidarios” como universidades y empresas (APP) llevan la delantera. Con campañas austeras, las tiendas con recursos propios para la movilización (maquinarias políticas, locales, mano de obra) aventajan a sus rivales.

La desafección (esa incómoda suma de “ninguno” y “no sabe/no opina”) alcanza un gigantesco 42%. Es este segmento electoral el que elegirá al presidente del bicentenario: con base en los “antis”, eternos villanos de nuestra historia “republicana”. Al antifujimorismo se aunará el antiizquierdismo. A más fracasos como Tía María, mayor el potencial crecimiento de un “mal menor” de centro derecha, espacio hoy vacío mientras el fujimorismo siga a la defensiva y sin timonel. Así que recuerde que el ganador de la próxima elección presidencial bien podría ni asomar aún en este primer sondeo.

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