¿Subir la presión tributaria?
¿Subir la presión tributaria?

Hay dos propuestas que propugnan legión de economistas mediáticos que no me convencen. La primera es subir la presión tributaria y la segunda es acelerar todo lo que se pueda la inversión pública para supuestamente reactivar el crecimiento.

Aclaro que estaría de acuerdo con la primera si el destino de la mayor recaudación fuera la reducción del déficit. El pasado nos muestra, no obstante, que la mayor recaudación ha servido de palanca para expandir la burocracia pública y despilfarrar recursos en inversiones sobrevaluadas y de baja calidad mientras lo prioritario languidece. El dinero fluye a costosísimas obras cuestionables, como la Refinería de Talara, el Gasoducto del Sur y líneas subterráneas del Metro (en las que el Estado prodiga cuantiosas garantías asumiendo riesgos y siniestros más que probables); pero la plata no llega, como debiera, para financiar lo básico: acceso universal al agua potable o rehabilitación total de la carretera Central, por poner dos ejemplos.

Y esto nos lleva al tema de la relación entre inversión y crecimiento. Las inversiones públicas de mala calidad y/o sobrevaluadas no contribuyen al crecimiento sino al estancamiento. El INEI y el BCRP las incorporan sol por sol en la demanda agregada creando la ficción estadística de que el PBI del año aumenta, cuando en realidad una buena parte no es más que una transferencia del erario al bolsillo de los beneficiarios o un uso espurio de recursos escasos. La prueba ácida de la inversión genuina es si aumenta o no aumenta el stock de capital útil del país y por ende la capacidad de producción en años venideros, no la entrada de una cifra furtiva en una hoja de Excel.

En la calidad está la clave y ahí hay retroceso; me refiero a la contrareforma de 2017 cuando se reemplazó el SNIP por el test del cierre de brechas. No todos los destrabes son positivos; sin duda este no lo es.

Lo expliqué en mi : “Hay que establecer un orden de prioridad en el cierre de brechas y dicho orden lo tiene que determinar la rentabilidad económico-social de cada proyecto. No es suficiente con que un proyecto cierre brechas, es necesario seleccionar, entre los muchos proyectos alternativos que cierran brechas, aquellos que tienen mayor rentabilidad”.
¿Subir la presión tributaria? Sí, sí pero cuando haya garantías de calidad para el gasto público, lo que inter alia conlleva regresar al SNIP; más ágil, flexibilizado o como se quiera, pero SNIP.