Fed continúa retirada progresiva de la multimillonaria inyección de liquidez. (AFP)
Fed continúa retirada progresiva de la multimillonaria inyección de liquidez. (AFP)

Hace unos años, un destacado político liberal me comentó que un asistente a una conferencia suya le preguntó por qué los bancos centrales no recurrían a una emisión extraordinaria suficiente de dinero para saldar el exceso de deudas y así librar a la economía del problema. Me dijo que le contestó que las emisiones provocan inflación y poco más, ¿qué le hubieras contestado tú?

Cuando la FED (banco central de EE.UU.) quiere aumentar el dinero en circulación, cursa una orden de compra al Bureau of Engraving, empresa pública similar a la española Casa de Moneda tan popular por la serie 'La Casa de Papel' de Netflix. ¿Sabe usted cuánto le cuesta producir un billete de 100 dólares?, pues 13 centavos; es decir, que por 1,300 dólares la FED es capaz de comprar suficientes billetes para completar un millón de dólares. Negocio redondo, ¿verdad? Porque el “beneficio” por millón es 998,700 dólares.

¿Y cómo se inyecta ese dinero en el sistema? La FED se lo presta al Tesoro (el MEF) o a los bancos, operación cuya mecánica normalmente toma forma de compra por la FED de títulos de deuda emitidos por el Tesoro o por privados. De ahí el Tesoro gasta ese nuevo dinero o bien los bancos se lo prestan a particulares y así entra a circular en la economía.

Hay, por tanto, dos formas de conseguir legalmente bienes y servicios ajenos. La primera es la “genuina”, que consiste en entregar el dinero que uno ha procurado mediante su trabajo o ahorro; aquí hay equilibrio en el intercambio porque para conseguir cosas producidas por otros uno necesita haber producido otras cosas por un valor equivalente. La segunda es la “milagrosa”: imprimiendo dinero; en este caso hay desequilibrio, pues los beneficiarios de dicho poder de compra no entregan a cambio bienes por un valor equivalente. Si se pudiera imprimir sin límite y los bienes y servicios aparecieran por generación espontánea sin necesidad de trabajar, ahorrar e invertir, estaríamos de regreso en el paraíso terrenal.

No funciona. Entre 2008 y 2018, los siete principales bancos centrales han impreso billetes sin parar: la circulación total de dinero ha aumentado de 5 a 20 billones de dólares, un incremento del 20% de PBI mundial. El exceso de endeudamiento de partida, lejos de resolverse, se ha agravado. Los precios, las bolsas y bienes raíces se han duplicado. Finalmente empieza a asomar la inflación y vamos camino a otra crisis financiera.

Los desequilibrios solo se resuelven con ajustes. El dinero fácil posterga los ajustes, pero agravando los desequilibrios.

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