El equipo especial encabezado por el fiscal Rafael Vela ha programado interrogatorios para la quincena de enero del 2019. (Foto: EFE)
El equipo especial encabezado por el fiscal Rafael Vela ha programado interrogatorios para la quincena de enero del 2019. (Foto: EFE)

Son las 3 de la mañana después de la boda, y Manolo, el novio, levanta alfombras, mueve sofás, y pasa la aspiradora buscando como descosido el anillo de casado perdido entre jolgorio y tragos. Un hermanito le grita: “Manolo, ¿qué haces buscando en la sala si lo perdiste en el jardín?”, a lo que el novio contesta: “Sí, pero aquí hay luz y en el jardín las luces están apagadas”. Por su parte, Marielita, la novia, ha encargado a una amiga que vigile que todo esté en orden en su casa. Cuando da el parte, la mala noticia es que hay cucarachas en la sala, a lo que Marielita inquiere: “¿Y en las habitaciones?”, y la respuesta: “Bueno, es que ahí no miré”.

Se me ha ocurrido esta historieta para dar un toque jocoso a la despedida de este mórbidamente novedoso 2018, que despedimos mañana. Etiqueto así al año que termina porque estoy convencido de que las piedras angulares de la prosperidad son las “sociedades abiertas” –Popper dixit–, la cooperación internacional, la división de poderes, el respeto a la persona sea ciudadano o inmigrante, la libertad de comercio, el respeto a la verdad, y por supuesto el sufragio. Resulta, sin embargo, que en este trumpiano 2018, populismo, xenofobia, proteccionismo, nacionalismo y mentiras es lo que hay.

Presenciamos un brote de regresión al fascismo que esperemos que quede en amago. ¿O es que vamos a un mundo en que también los países desarrollados están en tránsito a repúblicas bananeras?En lo que respecta al Perú, la historieta del principio también tiene un fin didáctico. Nos quieren hacer creer que hay lucha sin cuartel contra la corrupción; se darán cuenta, no obstante, de que la gesta se circunscribe a lo importado de Brasil –lo imposible de encubrir– es decir, el Lava Jato. Peor aún, dentro de este, es innegable que Odebrecht prácticamente agota la agenda, ya que la decena de otras grandes brasileras quedan ‘del salón en el ángulo oscuro’ como el arpa olvidada de Bécquer.

¿Y de los otros mega –y no tan– megaproyectos en que se han malversado miles de millones de dólares? ¿De los Talara, Gasoducto, Línea 2, hospitales, plantas de tratamiento, puente, etc.? Ahí: ‘rien de rien’. Además, también parecería que, en la mayoría de los casos, casi todo se limita a contribuciones electorales. ¿Y cuando llegaron al poder y decidieron miles de millones de dólares? Ahí, ¿religiosidad completa? Y como guinda en la tarta, del pitufeo en las campañas, resulta que algunos pitufos son más iguales que otros, como en la granja animal de Orwell.
Para 2019: ¡Manolo, enciende las luces!

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