El día de su elección o nombramiento no se vuelven personas orientadas a ayudar al prójimo. Siguen teniendo los mismos intereses y preferencias de antes. Buscarán maximizar poder para proteger su propio interés, el de sus familias y el de sus amigos. Tendemos a priorizar nuestro propio interés sobre el interés de los demás. Si nos dan un recurso (como poder político o económico), tenderemos a usarlo en nuestro provecho. Trataremos de ganar dinero, influencia, puestos para nosotros, los parientes, los amigos y, obviamente, en situación de pandemia, vacunas para todos ellos.