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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Así tenemos que el último ejemplo de intervencionismo se da ante la imposibilidad del Congreso de poder visualizar entes privados independientes que acrediten para cada universidad la calidad de la educación que dan, permitiendo de esa manera que opere adecuadamente el mercado y solucionando así las dudas sobre el nivel de la enseñanza que algunas estarían brindando.

Sin embargo, en lugar de facilitar la creación de acreditadores, los parlamentarios quieren que sea el Ministerio de Educación el que controle todo el quehacer universitario.

Ello a pesar de que la gestión de ese ministerio es un fracaso en todos los campos en los que está involucrado. Lo que ha llevado a que la educación escolar en nuestro país sea la peor de la región. Ahora quieren replicar ese 'éxito' en la educación superior. En realidad, no tiene ningún sentido aumentarle el ámbito de acción a ese sector cuando este ni siquiera puede cumplir con su actual trabajo.

Por otro lado, ese concepto de que todo debe de estar bajo el manto del Estado es tremendamente 'primafásico', como se conocía a los revanchistas que rodeaban a Velasco y que mandaron el país al tacho. Mas aun, los países exitosos del mundo están marchando en el sentido contrario alejándose del control burocrático y transparentando los mercados para facilitar la toma de decisiones por parte de los ciudadanos.

Al final, la 'Superintendencia Universitaria' que quieren crear estará poblada por los mismos burócratas que siempre han vivido del Estado y que tratarán de controlar todo para justificar su cargo o posición ahuyentando la inversión y deteriorando la educación. Por dónde se le vea, la propuesta es un mamarracho.