Políticas regulatorias y anchoveta

notitle

Élmer Cuba,Al.Mercado@elmercuba en Twitter

Es una buena práctica común entre los mejores reguladores acotar los grados de discrecionalidad de sus políticas. La idea es generar cierta predictibilidad que ayude a reducir la incertidumbre y mejorar la toma de decisiones. Ello ocurre en el propio BCR hasta en las reguladoras como la SBS, las cuatro OSIS e Indecopi. En algunos casos se anuncia cómo se comportará la autoridad ante diversos escenarios. Se prepublican las normas, se discuten en audiencias públicas y al final, claro, no hay reglas automáticas y se deja en manos de un colegiado la decisión. Esto no sucede en una de las principales pesquerías del mundo: la anchoveta peruana. En la última década, el límite máximo de captura con respecto a la población detectada por Imarpe ha oscilado entre 50% y 15%. En la última temporada ha sido 25%. Se deben discutir y publicar los criterios para dejar menos espacio para la arbitrariedad.

Tags Relacionados:

Más en Opinión

“¡Es la economía, estúpido!”

El arraigo de las economías ilegales

Vías exclusivas de privilegios

¿Qué está comiendo Gareca?

¿Triunfó el posmodernismo? (II)

“Sin buenas instituciones no hay economía para todos”

Siguiente artículo