Policía Nacional:  Verdad y resiliencia
Policía Nacional: Verdad y resiliencia

La tragedia en la discoteca Thomas, en Los Olivos, dio un sorpresivo giro este fin de semana. La versión del oficial que intervino la noche del sábado 22 de agosto fue desmentida por un video que revela que la PNP mantuvo la puerta cerrada en el operativo y esto habría contribuido con la muerte de 13 personas. Lo dicho inicialmente indujo a error a toda su línea de comando y hasta al ministro del Interior.

Como ya hemos dicho, cada quién debe asumir la responsabilidad que le compete. En lo moral, corresponde a los intervenidos (incluso los fallecidos), en lo administrativo a las autoridades ediles, en lo penal a los promotores, en lo disciplinario a los efectivos policiales y la responsabilidad política al ministro del Interior.

Pese a las dificultades, se debe pensar que siempre estas son una oportunidad. Como dice el viejo adagio: “Si quieres tener resultados diferentes, haz las cosas diferentes”. Es el momento de renovar procedimientos y considerar la inconveniencia de tener como objetivo el aspecto cuantitativo con la producción operativa vía detenciones masivas. Los contagios policiales (y 450 fallecidos) no puede (ni deben) continuar así.

El servicio policial debe cambiar, acuartelando facciones puramente operativas o de contacto ciudadano, que garanticen ir al servicio sin contagio y ‘cuarentenearse’ siete días en sus bases para ir a casa sin peligro de contagiarlos. Sin una fuerza policial sana, no se puede pretender un cumplimiento cabal de la misión.

La pandemia ha traído nuevas necesidades de seguridad ciudadana que requiere de mucha imaginación, creatividad y ganas para el cambio. Bajo las circunstancias, el sistema de inteligencia policial debería acopiar suficiente información de los dueños de los locales (o promotores) que “proyectan” fiestas clandestinas, y caerles encima antes de los eventos. Hay que reinventarse.

Será el momento también de pensar en el uso de sistemas digitales de identificación facial y antropométrica para registrar a los infractores e iniciar procesos sancionadores (penas o multas) con efectos en la restricción de actividades bancarias, administrativas o empresariales a causa de dichas faltas, y evitar así el choque cuerpo a cuerpo con los renuentes, hasta que pase la pandemia.

La institución policial, a través de la historia, ha demostrado su alta capacidad de resiliencia cuando el infortunio toca sus puertas, y les corresponde levantarse para seguir salvando al país, esa es su noble tarea y cuentan con todo el apoyo ciudadano, pero siempre, con la verdad en las manos. ¡Éxitos!

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