(Foto: GEC)
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La vacunación contra el coronavirus ha recibido un nuevo impulso con la nueva estrategia que el Ministerio de Salud empezó a implementar desde hace una semana y todo pareciera indicar que el cambio le ha dado una nueva dinámica al proceso. Por otro lado, pese a que los índices de infecciones a nivel nacional siguen siendo terribles, el país ha recibido con beneplácito la llegada de nuevos lotes de dosis inmunizadoras

El Gobierno ha anunciado que en mayo tendremos 3.4 millones de vacunas y que la idea es que julio se cierre con la vacunación de los mayores de 60 años. No deberíamos quedarnos ahí, sin embargo. El Ejecutivo debe apurar el paso para comprar de una vez las vacunas de Sputnik V de Rusia, sobre la cual se ha ratificado una efectividad de 97.6 % y que ya las está produciendo Argentina.

Esta es una cruzada en la que los peruanos no pueden dividirse. El proceso de inmunización debe seguir adelante con las mayores garantías y todo el apoyo posible. En pleno pico de la segunda ola, con el virus ensañándose especialmente con las poblaciones más vulnerables, el primer mandatario, Francisco Sagasti, debe concentrar los esfuerzos de su gobierno en acelerar al máximo los procesos administrativos de compra, distribución y aplicación de las vacunas.

Los casos de Reino Unido, que de los espantosos promedios que tenía a fines de 2020, ahora solo registra 4 fallecidos diarios por Covid-19, e Israel, cuyos ciudadanos ya pueden prescindir de la obligatoria mascarilla para salir a la calle, confirman que la única manera de derrotar el virus es a través de campañas nacionales que priorizaron la vacunación.

Únicamente cuando en el Perú tengamos a nuestra población mayoritaria y masivamente inmunizada, la lenta recuperación de la economía y los empleos que ahora afrontamos cobrará la fuerza necesaria para salir adelante y retomar así la senda del crecimiento sostenido de las dos últimas décadas.