En la conferencia de prensa que dio ayer, el primer ministro, Guido Bellido, se dio el lujo de anunciar que estos nombramientos iban a seguir pues “no violan ninguna norma”.
En la conferencia de prensa que dio ayer, el primer ministro, Guido Bellido, se dio el lujo de anunciar que estos nombramientos iban a seguir pues “no violan ninguna norma”.

Cuando el presidente ofreció crear un millón de empleos, nadie imaginó que se estaba dirigiendo a los militantes de . Por lo que se ha podido ver –y leer en los nombramientos que aparecen en el diario oficial El Peruano– en esta primera semana de gobierno, chamba para ellos va a haber en el Estado, no importa cuán capacitados estén para desempeñarse en los cargos que les están tocando en suerte.

Que lleguen al “millón de amigos” en el corto plazo será difícil, pero, mientras tanto, las planillas de la administración pública han recibido un tropel de nombramientos que incluyen a personajes ya no solo vinculados al partido de Vladimir Cerrón, sino que, además, ostentan abultados antecedentes policiales, algunos de ellos investigados, pero otros incluso sentenciados por el Poder Judicial.

Ha tenido que intervenir el propio defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, quien pidió que se revalúen las designaciones ministeriales efectuadas por el gobierno “a partir de los principios constitucionales y parámetros que rigen la función pública”.

Si bien la repartija de puestos en la burocracia estatal entre las huestes del partido que logra hacerse de la Presidencia es un mal endémico en la política peruana, en ningún gobierno de este siglo se había llegado a estos extremos de escasa o nula idoneidad para cargos estratégicos en las altas esferas de gobierno, que deberían ser ocupados por especialistas.

En la conferencia de prensa que dio ayer, el primer ministro, Guido Bellido, se dio el lujo de anunciar que estos nombramientos iban a seguir pues “no violan ninguna norma”, con lo que quizás, al final de este gobierno, termine por cumplirse la promesa de Castillo, en lo que tendrá que ver, obviamente, con los favores que estos empleos terminen pagando y con la consabida estrategia de copar los aparatos del Estado.

Es curioso, por decir lo menos, que un partido que propugna la intervención estatal a gran escala en la economía esté llenando la administración pública de profesionales sin ninguna experiencia, de pasado turbio y algunos hasta conocidos por incompetentes, cuyo único mérito es estar carnetizados o haber tenido alguna cercanía con Perú Libre. Una auténtica vergüenza que solo perjudicará más a los peruanos.