Perú: Imperio de rompemuelles. (GEC)
Perú: Imperio de rompemuelles. (GEC)

Pocos países hacen uso intensivo de los rompemuelles para reducir abruptamente la velocidad de los vehículos.

Quien recorre los caminos del Perú advertirá que además de la cuna del cebiche, del pisco sour y de los anticuchos ambulantes, somos maestros en colocar rompemuelles. Proliferan de manera indiscriminada y frecuente por calles, avenidas y carreteras; se ven hasta en condominios.

Como la papa, esta clase de tubérculos, de todas formas y tamaños, son, sin duda, oriundos del Perú.

Transitar en auto por el país es, al igual que la iniciativa privada, una carrera de obstáculos.

En estas fiestas de fin de año hice una incursión por carretera desde Lima hacia las playas de Tumbes. La doble vía de la Panamericana Norte es una pista de velocidad, una inversión millonaria cuyo avance, estimo, está en 65% y está en manos de viejas concesiones.

Lamentablemente, esta obra, que podría incrementar notablemente el transporte de carga y de pasajeros, es solo un amago de autopista inconclusa.
No están terminadas las vías de evitamiento de los pueblos, no hay pasos a desnivel que permitan cruzar y cambiar de sentido, casi no hay vallas de protección ni puentes peatonales y, para coronar, varios kilómetros antes de centros poblados, o agrícolas, hay un despliegue chiflado de rompemuelles.

¡Mención honrosa a quien popularizó esta obsesiva práctica nacional!
Recomiendo declarar “en emergencia” el sistema vial del país y comenzar a destrabar la economía real concluyendo las obras de la autopista Panamericana Norte.

¡Actúa ya! Sería una señal inequívoca de despegue, eliminando así el nefasto imperio de los rompemuelles.

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