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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Hace pocos días, una nueva edición del Doing Business, indicador del Banco Mundial (BM), generó celebratorias portadas y múltiples menciones en la prensa. Lo curioso es que celebraran pese a que, de acuerdo a la nueva metodología, el Perú cayera del puesto 34 al 35, aunque mejorara –marginalmente– en el indicador de distancia con las mejores prácticas desde 72.03 a 72.11.

El Doing Business mide la facilidad para hacer negocios en diversos aspectos, tales como los costos de registrar un negocio, la facilidad en hacer cumplir un contrato, la complejidad del proceso de pago de impuestos, entre otros.

Estos son aspectos muy relevantes, sin duda; de acuerdo con el estudio de Haidar (2012), realizar reformas (que permitan mejorar cada uno de los componentes) implica agregar 0.15% anual al crecimiento económico del país. Para que tengamos una mejor idea de este tema, un ambicioso programa de reformas podría significarnos, en 20 años, más o menos, US$8 mil adicionales de PBI per cápita. Con semejantes efectos –y bajos costos políticos– estas deberían ser las reformas prioritarias para cualquier gobernante.