Más denuncias enturbian la gestión de la saliente jefa de la Oficina Nacional de Gobierno Interior (Onagi), Dacia Escalante León, quien renunció a su cargo el miércoles último.
La administración de Escalante repartió de manera indebida bienes y servicios de premios no reclamados, procedentes de entidades privada, que estaban destinados a fines sociales.
En zonas empobrecidas de Ayacucho, los funcionarios de la Onagi entregaron a los pobladores donativos que no les sirven o no pueden usar, según el programa Panorama.
Por ejemplo, Ercilia Huachaca recibió un cable para televisión con señal digital. Y a Odilia Espino (79 años) le dieron una 'waflera', que hasta ahora no utiliza, pues creía que era una cocina. A ellas se les hizo firmar en actas en blanco por esos 'regalos'.
En cambio, a trabajadores de la Onagi se les entregó "pasaportes" de la promoción "viaje gratis por todo un año" y entradas a un spa.