Hace algunos días, presentando el contenido de la próxima CADE, sostuve una conversación muy amena con connotados periodistas de nuestro medio.

Les comentaba que era un asiduo espectador de programas informativos y que me sorprendía la forma como el periodismo en el país se ejercía mucho más allá de la noticia.

Todos coincidieron en que solían opinar fuerte y que el medio tenía poca o nula injerencia en sus comentarios.

Cada periodista del país, con más o menos rating, es un líder de opinión o se comporta como tal. No importa si el programa que conduce es de noticias, de opinión o de entretenimiento. El común denominador es que el presentador casi siempre opina, es líder y tiene influencia sobre la población.

En esta columna he hablado acerca de la volatilidad de la opinión pública peruana y de cómo, para un gobernante, puede ser un arma de doble filo dejarse llevar por las encuestas.

En un país donde se utiliza la encuesta de manera intensiva y donde los conductores de los medios opinan permanentemente, la educación y la formación en valores cívicos del profesional que actúa en medios populares es un deber personal y social.

A la luz de los resultados alcanzados por nuestro país los últimos 20 años y de las experiencias vividas en el mundo entero, democracia, economía de mercado e institucionalidad son verdaderos valores cívicos, que hay que interiorizar y estudiar permanentemente.

CADE 2019 se dirige de manera muy especial al profesional de medios, donde presentaremos evidencias y la argumentación inequívoca de esta relación virtuosa entre democracia, economía de mercado, crecimiento y reducción de la pobreza.