"Yo creo que es fundamental que haya una economía de mercado, pero con democracia y democracia significa instituciones políticas, significa partidos políticos, significa promover esa institucionalidad que no existe".
"Yo creo que es fundamental que haya una economía de mercado, pero con democracia y democracia significa instituciones políticas, significa partidos políticos, significa promover esa institucionalidad que no existe".

Puntual de inicio a fin. De frases precisas y de ideas curadas. Amante del Perú. Sobrino y gran admirador de Víctor Raúl Haya de la Torre. Animal político. Estructurado. Nostálgico. Formal. Trabajador. “En teoría estoy jubilado, pero esta jubilación me tiene muy ocupado”, dice después de explicar que el día no le alcanza si no es sumamente puntual. Madruga, corre al aire libre, maneja sin chofer ni seguridad hasta su oficina, lee periódicos y procura sentarse en su escritorio antes de las 7 de la mañana. “Tengo la suerte de que las rodillas no me duelen a los casi 70 años que voy a cumplir”, cuenta sonriente y habla de los nietos. Es abuelo de tres, los hijos de su único heredero que –por ahora- no vive en Perú, “así que soy Papapa” dice con gracia, y confiesa que cuando se puede, promueve que todos vengan a visitar “porque finalmente ésta es su patria”. Orgulloso, asegura que conoce los 24 departamentos y la provincia constitucional. Que lejos de ir, durante las vacaciones escolares, a las playas o al extranjero, sus padres, Alberto Benavides de la Quintana y Elsa Ganoza de la Torre, los llevaban a la sierra de Huancavelica, a la Oroya o a las alturas de Julcani (alma máter de Buenaventura). “Eran recorridos que muy pocos hacían, ni siquiera había carretera entre Huancayo y Huancavelica. En ese tramo subían el carro a la tolva del ferrocarril del ‘Tren Macho, que sale cuando quiere y llega cuando puede’ y luego, continuábamos por una trocha carrozable”. Así es el Perú profundo, reflexiona Roque Benavides, un Perú difícil pero lindísimo y de gente extraordinaria.

El Perú no está mejorando. ¿Qué produce eso, frustración o tal vez ganas de hacer algo?

No puedo estar de acuerdo contigo. Yo sí creo que el Perú ha mejorado mucho. En la década de los 70 y 80 fue un país fracasado. A partir de los 90 fue un país con futuro, con sus limitaciones, pero es evidente que es un ejemplo de las cosas que hay que hacer. Y la primera década del siglo tampoco fue tiempo perdido, todo lo contrario, fue una década de progreso.

¿Pero coincidimos en que ahora estamos en una época de retrocesos?

Aunque hay que reconocer las cosas buenas que se han hecho en el Perú, si después hemos tenido inestabilidad política y económica que nos ha hecho retroceder, bueno seamos autocríticos: ¿Qué es lo que hemos hecho mal? ¿Cómo regresamos a una línea de desarrollo, una línea de bienestar? Yo sí creo que el Perú tiene mucho potencial, mucho, pero es verdad también que actualmente estamos en una época muy frustrante.

¿Entonces, en los últimos 10 años el Perú está retrocediendo?

Yo creo definitivamente que a partir de 2016, con la inestabilidad política, ha sido un desastre. Con gente como Castillo ha sido más desastre. Y, por supuesto, creo que la mentira no es pues lo más adecuado en este gobierno. Hay que enfrentar las cosas con la verdad y ser lo más abierto posible.

¿Señalaría a alguien o a un grupo como responsable de ese desastre?

Yo creo que la izquierda radical votó por un señor como Castillo y como Cerrón, y por qué no decirlo, como la señora Dina Boluarte. Si ella es izquierda radical o no, eso es también discutible, de repente simplemente es una política que quería tomar una posición, pero lo cierto es que la izquierda radical ha hecho mucho daño al mundo y el Perú no es una excepción. Son ideas tergiversadas, es una ideología retrógrada y el Perú también ha caído en eso. Por supuesto, gente como Abimael Guzmán son gente nefasta. Gente como Velasco, fueron gente nefasta y nosotros tenemos que aprender de los países exitosos. Yo soy de los que cree en la economía de mercado con responsabilidad social y pienso que el Perú debería enrumbarse y continuar por esa senda.

¿Qué se debería hacer de inmediato para retomar el buen rumbo?

Yo creo que es fundamental que haya una economía de mercado, pero con democracia y democracia significa instituciones políticas, significa partidos políticos, significa promover esa institucionalidad que no existe y que tampoco existió en los 90 porque Fujimori no la promovió definitivamente, aunque sí puso mano firme para combatir la inflación y el terrorismo. No hay que ser mezquino en reconocer las cosas buenas. Nadie es 100% bueno y 100% malo.

¿La base de un buen gobierno es entonces la institucionalidad?

Yo creo que sí. Por eso soy un gran defensor de un hombre como Haya de la Torre, mi tío Víctor Raúl, tío abuelo, hermano de mi abuela Mercedes que era muy unida a él, se trataban de hermanos y nacieron con seis meses de diferencia y murieron con seis meses de diferencia también. Un Haya de la Torre sería una maravilla, un Luis Bedoya Reyes, un arquitecto Fernando Belaunde. No los tenemos, entonces tenemos que promoverlos y eso se logra con instituciones políticas sólidas, con valores, con principios.

¿Cómo incentivarla?

Eso se logra con trayectoria política y por lo pronto no debería aceptarse que quien salga elegido en el Congreso se vaya a mudar después. ¿Qué cosa es Somos Perú? Es un cascarón. ¿Qué cosa es el partido del señor Rafael López Aliaga? Bueno, gente que invita a terceros a participar. Quizá Fuerza Popular tiene cierta estructura partidaria pero cuando el Apra o el PPC pierden su inscripción… ahora, me dirás que Acción Popular la mantiene, pero por Dios ¡qué gente la ha mantenido!

¿Reconoce que el Apra vive la crisis actual por las pugnas internas que mantiene?

Terrible. Si es que los apristas no se ponen a derecho, por decirlo de una forma, y no promueven la unidad partidaria haciendo lo que Víctor Raúl decía del partido Escuela, tendrán muy poco futuro, sin perjuicio de que puedan estar inscritos en el padrón electoral.

En estas pugnas internas están Mulder, Del Castillo y Garrido Lecca ¿por quién se inclina?

No me corresponde a mí elegir una u otra, pero lo que sí es evidente, es que los partidos políticos tienen que ser orgánicos y los trapos sucios se lavan en casa. Tendrán que discutir entre ellos y llegar a consensos. Porque si en un partido político no hay diálogo, ya no sé dónde puede haberlo.

Pero usted integra ese partido...

Yo defiendo la memoria de Haya de la Torre a morir. Nadie me quita el cariño, la admiración y el aprecio que le tengo a la memoria de mi tío, pero no puedo controlar a gente adulta que quiere pelearse.

Y en ese sentido, ¿Alan le hizo bien al Apra?

Yo creo que Alan fue un hombre con mucho talento. Creo también que tuvo un muy mal primer gobierno y un segundo gobierno estupendo, pero debió cuidar un poquito más su imagen y trabajar más a la interna del partido aprista. Creo que la broma que se le hacía del ego colosal era, bueno, ganada a pulso.

Nadie puede desmerecer su talento, pero ¿contravino a las ideas de partido que tenía Haya?

Casi, casi mi respuesta es que yo soy hayista, pero Víctor Raúl también nos decía no hay hayistas, hay apristas. Aunque yo sí rescato la decencia y la docencia de Víctor Raúl que fundó el partido que tenía que ser una suerte de universidad.

¿Se echa en falta a un Alan García en la política actual?

Ni siquiera echamos en falta a Haya de la Torre, lo que se echa en falta es la mística, el liderazgo porque creo que todos somos aves de paso.

¿Cree que Carla García esta lista para ser candidata aprista?

Así como no conocía tanto a Alan García, lo habré visto 10 o 15 veces en mi vida, a Carla la he visto tres o cuatro. He tenido una oportunidad de conversar con ella y se le nota una mujer muy activa, orgullosa de la memoria de su padre y eso habla bien de ella. Ahora si esta lista para ingresar al terreno político, estoy seguro de que lo haría muchísimo mejor que muchos de los políticos que tenemos hoy en día.

Y los empresarios, que normalmente se han mantenido al margen de la política, ¿deberían involucrarse más, también porque ya está afectada la economía?

La verdad es que hay algunos que no nos corremos de las entrevistas. Yo creo que quienes estamos en la industria, en el sector empresarial, en el académico, deportes, turístico, debemos salir a hablar porque tenemos mucho que defender en el Perú. Hay que pelearla todos los días, no cabe la menor duda.

Porque, ¿cuánto ha perdido el Perú en empleos y dinero durante este tiempo?

Agradezco la pregunta, porque en el sector minero, donde yo me he desempeñado más de 40 años, se han perdido muchas oportunidades por cuestiones ideológicas y hasta cosméticas. Por supuso que yo creo en el cuidado del medioambiente, pero lo que no creo es en llevar el tema medioambiental al campo ideológico. Eso no es aceptable y en ese sentido creo que la batalla cultural, como diría [Agustín] Laje, el escritor argentino, nos la han ido ganando. Yo soy de los que piensan que las empresas que cuidan el medioambiente respetan a las comunidades, tienen buena gobernanza y son eficientes, deberían poder sacar adelante los proyectos; pero en los últimos años nos hemos enfrascado en discusiones, yo diría ociosas, y por eso se han retrasado mucho los proyectos mineros. Por eso y por el rol patético que ha cumplido el Estado al no hacerse respetar y no ser el verdadero fiscalizador que dé confianza a la población.

Se lo han preguntado varias veces y lo haré también, ¿ha pensado en la presidencia del Perú?

Yo insisto, Aristóteles decía: El hombre es un animal político y Víctor Raúl agregaba: y si no es político se queda en lo primero. Yo no soy de lo primero y sí, el hecho de haber participado en la Sociedad de Minería demuestra una actitud política; haber sido dos veces presidente de la Confiep, demuestra actitud política; estar en el Colegio de Ingenieros, también. Pero yo soy antes una persona de familia y después un político y tengo que respetar las inquietudes de la familia.

Y ¿qué dice la familia?

El Perú ha politizado la justicia y ha judicializado la política y eso hay que cambiarlo. Si quieren convocar a la mejor gente, demos el ambiente adecuado para que la mejor gente participe, con toda modestia aparte.

DATOS DEL PERSONAJE:

- “Como buen peruano, soy un crisol de provincianos. Mi padre se sentía iqueño y arequipeño y mi madre era 100% trujillana. Tenemos raíces muy profundas en el Perú”.

- “Mi madre repetía que no demos nada por hecho, que en la vida hay que esforzarse. Mi padre es hechura de la educación y, si puedo ser un poco pretencioso, yo también lo soy. Lo que diferencia a la gente es la educación, no el dinero.”

- Estudio en el colegio Santa María y luego Ingeniería Civil en la Universidad Católica del Perú. Hizo un posgrado en Inglaterra. No quiso estudiar un doctorado porque quería regresar a trabajar.

- Actualmente es decano del Colegio de Ingenieros.

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