Estaba empezando a tomar mi desayuno cuando vi que Tita, la mascota de la casa, estalló en repetidos ladridos mientras corrió por la sala hacia la entrada de la casa. Debido a su entrenamiento, sabemos que, cuando eso ocurre, significa que alguien o algo se ha detenido frente a la puerta principal. Es verdad que en ocasiones se confunde y ese algo que se acerca a la puerta resulta siendo ella misma, pero, en general, suele acertar. Dejé el café, salí de la cocina, crucé la sala y abrí la puerta. Ahí, en la acera, habían dejado un sobre con algo en su interior. Con cierta imprudencia, llevé el sobre hasta la cocina y lo abrí. Contenía un teléfono celular negro y sin marca conocida que pudiera reconocer. Antes de que pudiera empezar a lanzar hipótesis sobre su procedencia, e, incluso de comprobar cuál era su plan de datos, empezó a timbrar. No puedo negarlo. Sentí un escalofrío y me tomé varios segundos para contestar.